Desafío: Declaración de Guerra

Por Rafael Loret de Mola

  • Declaración de Guerra
  • En EE.UU. Repelen a Peña
  • Cuarto Reich nos Mira

El gobierno parece haberle declarado la guerra a la ciudadanía, sobre todo a esa fracción más crítica formada por activistas sociales, informadores cuestionadores y no complacientes –lo que es antítesis del verdadero periodismo-, sacerdotes que apuntan hacia la “Teología de la Liberación” en versión mexicana y miembros de la sociedad civil verdaderamente hartos al observarse en permanente estado de indefensión ante los abusos reiterados del poder público, extraviado con alevosía el concepto sobre la soberanía popular.

Cuando tuve conocimiento, por ejemplo, del desalojo violento de una secta de otomíes –cuyos ancestros fundaron Toluca y Querétaro, entre otras urbes-, de su resguardo en Xochicuautla, Estado de México, dispuestos a defender lo poco que tienen de los predadores, cómplices y socios del señor peña, englobados en una filial del Grupo Higa, a manos de policías estatales y con resguardo del ejército, cuyos elementos no se observan en los videos pero se encontraban a unos cuantos metros de la acción por si era necesario acaso refrendar la represión, concluimos, en definitiva, que dos habrán de ser los signos distintivos del régimen en curso, para muchos el peor de cuantos hemos padecido en más de medio siglo –me uno a esta idea-, aun cuando falten dos años, siete meses y diez días de su gestión:

  1. El apego a la corrupción como hilo conductor de las decisiones públicas con un mandatario ávido de acaparar fortunas acaso porque sabe que será imposible para él, próximo a cumplir cincuenta años en julio próximo, encontrar sitio y espacio en su país por lo cual requerirá salir al extranjero, como carlos salinas, en busca de refugios y anhelos itinerantes. De aquí para allá, como un desterrado, eludiendo la justicia.
    Considero, además, que la persecución jurídica hacia él será mayor en tanto el PRI no logre asegurar la continuidad en la titularidad del Ejecutivo federal aunque, por desgracia, las otras opciones partidistas no están muy conscientes de la urgencia de derribar los cimientos podridos del sistema para construir otro sobre pilares más sólidos; de hecho, como hemos venido repitiendo, tenemos varios PRI y será muy complejo derrotarlos a todos en tanto no surja un movimiento social, pacífico –lo que es bastante más complejo-, dispuesto a no ceder más en cuanto al juego de voluntades y al ejercicio de la soberanía que radica “originaria y esencialmente” en el pueblo, de acuerdo al artículo 39 de nuestra Carta Magna, cosida con más de seiscientos remaches lo que obliga a elaborar otra más acorde con los tiempos siguiendo la ruta de la flamante “Ciudad de México”. ¿Por qué no se aprovechó esta infraestructura para ampliarla a todo el país bajo el reclamo de un nuevo Congreso Constituyente como el del lejano 1917? Sería quizá demasiado para los displicentes funcionarios peñistas.
  2. Su inclinación por resolver las cosas con la fuerza del garrote. Si persiguió salvajemente a los afrentados de Atenco durante su periodo como gobernador mexiquense, un estigma que inició en este punto, en su condición de presidente no ha hecho sino agrandar su perfil con obcecación tal que ya incluso pone cara de mártir cuando sale el tema, necesariamente, a flote.

En Berlín, como muestra, fue llamado asesino en diversas pancartas en español y alemán, con señas sobre los cuarenta y tres desaparecidos de Ayotzinapa –una población que él puso en el mapa al proteger a varios de los responsables directos como el infame ángel aguirre rivero, entonces gobernador de Guerrero, su compadre, y quien fue postulado por una alianza opositora, avalada por el propio peña, de la cual surgieron igualmente José Luis Abarca Velázquez y su esposa –en realidad hermana adoptiva de los reyes de las metanfetaminas, los Beltrán Leyva-, y los desenlaces brutales a causa de la prepotencia. Lo lastimoso de este caso, en cuanto a sus aristas políticas, es que el icono de la izquierda, Andrés Manuel, no puede negar el contubernio que elevó a aguirre y al alcalde de Iguala a sus respectivos centros de poder.

(A quienes me han cuestionado por señalar a López Obrador, cuyas virtudes como el trabajo y su tenaz conocimiento de México también he elogiado, les recuerdo que igualmente su cariz de honestidad está en duda: no cuenta con Registro Federal de Causantes –o no lo tenía hasta hace dos o tres años cuando NO pudo cobrar sus regalías como autor a Random House Mondadori-, ni ha dado cuenta precisa sobre de dónde provienen sus ingresos y cómo los gasta; presume por usar el Metro citadino pero cuando viaja lo hace en una Suburban blanca de último modelo sin tomarse vídeos. Incongruencias al fin).

Pese a lo anterior, el traspiés que el INE, con su racista Lorenzo Córdova Vianello a la cabeza, le infringió al negare registro a su candidato al gobierno de Zacatecas, David Monreal Ávila, hermano de Ricardo, ex mandatario de la misma entidad, jefe delegacional de Cuauhtémoc en la Ciudad de México y uno de sus más cercanos colaboradores, refrenda su calidad de perseguido y motiva a quienes le ven como un icono intocable a enarbolar, con mayor fuerza, sus pendones sociales. El tiro por la culata aunque David, de seguir en la ruta, no era del todo bien visto… situación que se borró por la ligereza de la persecución sufrida.

Peculados y violencia contra la población inerme, sobre todo campesina, son los frutos de un sexenio a todas luces descocado, ineficaz e impopular. En varios casos, como en la misma Guerrero en donde la anarquía sigue privando por los desvaríos del nuevo gobernante, Héctor Astudillo Flores, los mandatarios sólo son testigos de piedra ante la acción de los funcionarios y virreyes insolentes, bajo órdenes de no tolerar acciones civiles que los exhiban. Tal es el caso, por ejemplo, del Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, en tercero en lisa en este cargo durante el peñismo después de Manuel Mondragón y Kalb y Monte Alejandro Rubido. La silla voladora exhibe, per se, el tremendo descontrol y el avance de las fuerzas del mal.

Desde agosto de 2015, Sales no ha sido capaz de aportar nada nuevo salvo el desplazamiento de las soberanías estatales –más bien autonomías, porque reconocen a un poder superior, éste sí soberano, el de la Constitución federal-. Ni la pomposa Gendarmería Nacional –estrategia creada por el colombiano general Óscar Naranjo Trujillo quien, además, fue quien aconsejó utilizar a su paisano Alejandro Sepúlveda quien ahora “presume” de haber hackeado los comicios de 2012 para posibilitar otra usurpación de la Presidencia, en esta ocasión a favor de peña nieto-, ni los agentes federales ni el ejército y la marina han sido capaces de devolver la tranquilidad, o parte de ella, a los mexicanos. Al contrario: las bandas criminales avanzan y el país se empantana notoriamente.

Por eso, claro, felipe calderón –a quien muchos consideran “el mejor” comparándolo sólo por peña, es decir por eliminación-, puede andar tranquilo por donde se pare aunque, la verdad, yo me lo pensaría dos veces si lo observo en alguno de los aviones en donde vuelo para dar mis conferencias. El peligro aumenta cerca de él… aunque extraña que los cárteles supuestamente afrentados por el mandatario no le hayan molestado –y qué bueno-, para nada, esto es como si existiera un arreglo similar al que se dio durante la semana del periplo papal. Por cierto, los discursos del Pontífice fueron escasamente analizados y los dejaron morir en cuestión de días.

La guerra contra la ciudadanía es tan seria como el regreso de la “fría” entre Estados Unidos y Rusia enfrascados en sendos duelos de espionaje sin límites. Ya el centro Rockefeller reconoció sus financiamientos a través de la CIA lo que resta credibilidad a las supuestas “investigaciones periodísticas” y el prestigio de cuantos hicieron alarde de sus averiguaciones filtradas. Pero, claro, sólo se exaltan las primeras publicaciones y se trata de oscurecer el trasfondo podrido. ¿Cómo creer y en quién?

Mientras, lo alarmante, es que las condiciones para señalar a México como un “estado fallido” se acrecientan con la guerra del gobierno contra la sociedad que le estorba. Lo mismo para construir una carretera indeseada entre Naucalpan y Toluca que para volver a arrear contra los jornaleros de Acolman a quienes se ha despojado igualmente. Las obras del aeropuerto van a gatas, contrariando a los pueblos de alrededor, como el gobierno mismo.

Debate
Como efecto del Panamá Papers, que colocó la soga en el cuello de una decena de mandatarios entre ellos el de Rusia y China –los grandes competidores de Estados Unidos cuyo ladino mayor, el “pato” Donald Trump, no fue siquiera rozado-, se conoció que varios de los aliados-cómplices-socios del señor peña nieto están enlistados, entre ellos Juan Armando Hinojosa Cantú, el rey de las constructoras del peñismo y accionista principal del Grupo Higa, encargado de la carretera de Naucalpan a Toluca que arroja como saldo la represión contra los otomíes, y Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, acaparador de plata y agiotista principal de las remesas enviadas a las familias de los infelices “indocumentados”, amén de Alfonso de Agoitia, vicepresidente ejecutivo de Televisa. Como en aquella antigua película sobre el Watergate: “Todos los hombres del presidente”.

Ello significa que la andanada estadounidense incluyó a peña para desprestigiarlo. ¿Es acaso la respuesta del miserable Trump para acallar las protestas del gobierno mexicano a los insultos del multimillonario? Lo cierto es que, en su periplo reciente por Alemania y Dinamarca, peña obvió citar al personaje y aseguró que él es muy respetuoso del sistema electoral estadounidense extendiendo su confianza, casi con las mismas palabras de Obama, a la “inteligencia” de los norteamericanos. Una joya de la sumisión más atroz.

De ser así, peña está camino no sólo de un fracaso todavía mayor sino incluso de una seria acción judicial contra él desde el momento mismo en que suelte el timón de mando. Está con el agua al cuello.

La Anécdota
Igualmente, el Cuarto Reich nos observa. Los gritos contra peña, ¡asesino, asesino! con referencia a los 43, fueron un estupendo pretexto para que la Canciller Ángela Merker los recogiera para “solicitar” a su invitado que le permita coadyuvar en el esclarecimiento de los hechos a diecinueve meses de distancia de los acontecimientos execrables. La pasividad del gobierno no fue mayor a la memoria universal ni al arrojo de los activistas de todo el mundo.

El señor peña pareció inquieto, desencajado –lo que ya es habitual por las quimioterapias que están dando buen resultado como en el caso de Dilma Rousseff, presidenta de Brasil ahora acosada por sus enemigos-, y desconcentrado. No esperaba la filípica de su anfitriona luego del paseo tranquilo del brazo del presidente alemán, Joachim Gauck, casi una figura decorativa. Pero llegó la queja y ya no hubo manera de dar marcha atrás.

Gobierno que pierde la credibilidad y, peor aún, la legitimidad, está fatalmente condenado.
Y ya nadie cree en peña ni se considera su legitimidad, cuando menos así lo hacen nueve de cada diez mexicanos.
No hay razón para extender la parodia que llevará al PRI a su ruina total.
Nunca hay terceras oportunidades ni somos masoquistas; ¿o sí?

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