Londres, 22 jun (PL) El primer ministro británico, David Cameron, realizó hoy un último llamado a los ciudadanos de este país para quedarse en la Unión Europea, a sólo horas del comienzo del referéndum para decidir la permeancia o la salida del bloque comunitario.
De acuerdo con la cadena pública de radio y televisión BBC, en el acto por el cierre de campaña, donde se reunieron las principales autoridades políticas de Reino Unido, Cameron rogó a los votantes poner el empleo, la economía y la estabilidad en primer lugar.
Señaló, además, como un enfoque estrecho de miras, los argumentos empleados durante casi toda la contienda por los partidarios de la separación, opción conocida como Brexit.
El primer ministro aseguró que el referéndum era una elección para toda la vida y por ello, en su opinión, los votantes deben pensar en sus hijos y nietos.
No es bueno quitarles la oportunidad, aislarlos del mundo, hacer de su nación una isla encerrada en sí misma, agregó.
Según BBC, las intervenciones en el cierre de campaña, efectuadas en los alrededores de la Universidad de Birmingham, dejaron al descubierto profundas divisiones en el gobernante Partido Conservador, sobre todo, en lo referido al impacto de la inmigración procedente de países integrantes del Club de los 28.
Ello, añade el citado medio, resulta perjudicial para la visión futura que sobre dicha organización tendrá la opinión pública, los electores en el país.
Por su parte, Cameron aprovechó la oportunidad concedida por su última intervención antes del plebiscito para reiterar la fortaleza que le aporta a Reino Unido el ser miembro de la Unión Europea, la cual repercute positivamente en todos los británicos, y aún más en los jóvenes y las generaciones futuras.
Sin embargo, reconoció que el bloque comunitario no es perfecto y necesita reformas urgentes, con el fin de combatir el creciente euroescepticismo en el continente.
A su vez, también desde el bando favorable a la continuidad en la UE, el nuevo alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, acusó a su antecesor, el conservador Boris Johnson, de vender un proyecto de odio contra los migrantes.