Por Karen Rivera
Transformar el planeta rojo en una superficie habitable primero para organismos vegetales y después para los seres humanos, es uno de los objetivos del Centro de Investigación Atmosférica y Ecológica con sede en la ciudad de Xalapa.
Este organismo trabaja en el proyecto “Plan Ares” que propone un modelo para la exploración tripulada a Marte, inspirado en los prototipos de la organización estadounidense The Mars Society.
“Este proyecto surge como parte de inspiración de un trabajo que hizó Robert Zubrin en Estados Unidos en 1989 y lo llama el Plan Marte Directo que se convirtió posteriormente en la misión de referencia de la NASA”, comentó Omar Pensado, director del Plan Ares.
“The Mars Society desarrolló una serie de estrategias que consisten en el establecimiento de bases análogas en diferentes sitios que puedan ser considerados símiles o como su nombre lo dice ‘análogos del planeta Marte’”, añadió Jorge Benitez, presidente de The Mars Society-México.
Bajo esta premisa el equipo de investigadores mexicanos que integran el Plan Ares desarrolló un prototipo de vehículo de tránsito Tierra-Marte con capacidad para tres pasajeros. La nave está compuesta por cuatro módulos cilíndricos que tienen 10 metros de longitud por 3.60 metros de diámetro. Módulos que permitirán a los tripulantes seguir protocolos de supervivencia.
“Cada módulo tiene una función vital, el de comando que es un resumen de los tres anteriores, que lleva la cabina de mando dormitorios, y un área de cultivo y un laboratorio de Geología – biología”, agregó Pensado.
La investigadora especializada en plantas medicinales, Julieta Ramírez, explicó que “si los astronautas tuvieran alguna enfermedad o algún padecimiento, en el planeta Marte, no van a poder ir a la farmacia a comprar sus medicamentos, entonces tienen que fabricarlos por eso es muy importante que se lleven las plantas medicinales y además se puedan extraer los principios activos de las mismas para tratar diferentes padecimientos”.
“Tenemos que ver proyectos como los sistemas de regeneración de aire, reciclamiento de agua, generación de alimentos en un viaje hacia Marte, proyectos que tienen que ver con la generación eléctrica, durante el viaje y estando en Marte. Y una gama de desarrollos tecnológicos que también tenemos la intención que impacten a la industria mexicana”, añadió Pensado.
Al extremo del cable se encontrará la otra pareja de módulos: El primer el módulo es el de ingeniería, que tiene como misión servir de contenedor para la instalación de unidades de mantenimiento y construcción sobre la superficie de Marte.
El segundo es el módulo de carga e instrumentación, el cual lleva un vehículo de exploración atmosférica de Marte y laboratorios portátiles de experimentación. Todos los módulos se convertirán en unidades de vivienda con lo necesario para iniciar un proceso de colonización del planeta rojo.
«Tardamos cuatro años en construirlo y tiene sensores de dióxido de carbono, sensores de ozono, sensores de Oxigeno, temperatura, radiación solar y tiene plataformas donde se pueden llevar experimentos científicos para otras instituciones», añadió Pensado.
Uno de los proyectos que integran el Plan es la instalación de unidades mínimas de Terraformación que consiste en el procesamiento biológico del suelo y la atmósfera a través de la fotosíntesis y acidificación de la roca madre.
Bautizado por la NASA como modelo de Oasis, el Plan Ares planea realizar ensayos en la Tierra a través del proyecto denominado Mars-Per, que consiste en instalar una estación de investigación a 4149 metros sobre el nivel del mar, en el Cofre de Perote, Veracruz, lugar que se bautizó como Planicie de Humboldt.
“La idea de hacer aquí primero ensayos en la tierra es poder generar los protocolos a seguir en una circunstancia diferente en el planeta marte como por ejemplo la cantidad de luz que vamos a generar para que se incremente la biomasa digital o para que se produzcan ciertos principios activos”,añadió Citlali Rodríguez, microbióloga de plantas.
Para verificar el experimento los investigadores seleccionarán personas profesionales y civiles que convivan durante 15 días.
«Vamos analizar los problemas de personalidad, los problemas de interacción social, los procesos que se tienen que hacer para desarrollar un grupo integral dentro de un asentamiento humano como los que vamos a hacer en Marte».
Lo que pretenden es generar una gran capacidad de conocimiento, «no necesariamente nosotros volar o transportarnos en la nave, si no obtener datos, publicar los datos adecuadamente en revistas científicas y que estos puedan ser utilizados por la Nasa o por alguna otra agencia espacial en otras partes del mundo”, concluyó Benitez.