Por Blas A. Buendía
En tanto que el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa convocó a los juristas a participar en la elaboración de la Constitución de la Ciudad de México, en el marco del Día del Abogado 2016, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, magistrado Edgar Elías Azar, dijo que “México vive una profunda revolución jurídica” e hizo un llamado a todos los litigantes a efectuar un cambio conforme a todas las transformaciones.
Con la presencia del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera Espinosa, el también presidente de la CONATRIB (Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos), subrayó la necesidad imperiosa del cambio, frente a disposiciones constitucionales y legales que recién rigen la profesión, y con maneras y formas diferentes para conducirse de cara a los actos de justicia.
El que se rezague, sentenció el jurista y político originario del estado de Guerrero, por la razón que sea, se quedará rumiando sus nostalgias y recuerdos.
El acto que fue encabezado por el Jefe del Ejecutivo local, éste señaló que durante muchas administraciones se luchó por otorgar a esta ciudad de una Carta Magna, algo que «por fin será un hecho en 2017».
Dijo que en la elaboración de la Constitución para la Ciudad de México, se requiere su observación, participación y comentarios. «Viene el debate del instrumento más importante de esta capital; el instrumento que le da sentido», subrayó.
Afirmó por lo anterior, que se trata de una transformación verdaderamente maratónica en la construcción y el andamiaje jurídico. «Es una construcción sin precedentes».
Mancera Espinosa puntualizó: “Hoy estamos cada vez más cerca de esto que será un hecho histórico».
La salud de la ciudad, reside siempre en la supremacía de la ley
A su vez, Rodolfo Fernando Ríos Garza, procurador general de Justicia de la Ciudad de México, afirmó que para el gobierno de la Ciudad de México, encabezado por el doctor Miguel Ángel Mancera, el debido cumplimiento de las leyes es una condición indispensable para asegurar el desarrollo de la comunidad y garantizar la vigencia de los derechos de todos y cada uno de sus miembros.
Precisó que observar el orden jurídico es un acto trascendente de reafirmación colectiva, que muestra nuestra convicción de construir una sociedad cimentada en valores de unión, tolerancia, solidaridad, dignidad y respeto, puntos de partida en nuestro objetivo de alcanzar el bienestar común.
Remarcó que el derecho es una de las máximas creaciones del intelecto humano; fuerza abstracta de cohesión, encaminada a frenar los abusos del fuerte frente al débil y establecer límites al ejercicio del poder; por ello, su fin es la justicia, destino moral de concordia fundado en la igualdad y la libertad.
En este sentido, el Abogado de la Ciudad de México, destacó que la historia de la civilización nos enseña que los avances artísticos, científicos y culturales, surgen fundamentalmente, en el seno de sociedades defensoras de la libertad y promotoras de la igualdad de derechos y oportunidades.
De ahí, dijo, la importancia de nuestra actividad: de nada sirve la Constitución más progresista ni la ley más prudente y razonable, si no existieran mujeres y hombres comprometidos con la justicia; convencidos de que su labor es imprescindible para defender el Estado de derecho, sostener la defensa de las legítimas demandas individuales como colectivas y de este modo, renovar la vigencia de una sentencia milenaria: “Justicia, es dar a cada quien lo que le corresponde”.
Puntualizó: “Por este motivo, ya sea desde la judicatura, el servicio público, la academia o la abogacía, debemos renovar nuestro compromiso con la sociedad, ya que la profundidad de los cambios constitucionales y legislativos que atravesamos, exigen de nosotros el deber de prepararnos, con el objetivo de incidir positivamente en la correcta aplicación de la normatividad”.
Y añadió: “Es preciso tomar conciencia sobre la importante función social que realiza nuestro gremio en beneficio de la sociedad mexicana: prácticamente no existe actividad alguna ajena a los efectos de la regulación, ya sea para proteger derechos; demandar el cumplimiento de un deber o determinar la existencia de una responsabilidad”.
Hizo hincapié que con base a lo anterior, se confirma a la vez, que somos depositarios de una importante encomienda, dado que así como al maestro se confía la enseñanza de los jóvenes; y al médico la salud de sus pacientes, así se confía en nosotros la defensa de los derechos, patrimonio y libertad de nuestros semejantes.
Remembró: “Así lo entendieron los abogados en quienes recayó la transición del régimen virreinal al federalista; los hombres de leyes que encausaron al país por la vía liberal en el siglo diecinueve y los destacados juristas que consagraron en la Constitución de 1917, los principios sociales derivados de la Revolución Mexicana.
“Es así como debemos comprenderlo hoy, en donde los tiempos actuales nos demandan actuar sujetos a los altos principios derivados del respeto a la dignidad humana, la supremacía del régimen constitucional y la universalidad de los derechos humanos”, aseguró.
Finalmente, el procurador capitalino no desaprovechó la oportunidad para hacer una cita histórica al invocar al jurisconsulto romano Marco Tulio Cicerón: “La salud de la ciudad, reside siempre en la supremacía de la ley”.
¡Felicidades, abogadas y abogados de México!