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Los abogados de prosapia insisten, con razón, que no ha lugar a “tribunales especiales” porque, en todo caso, los delitos tipificados como tales ya tienen cauce y desenlace jurídico previsto. Sin embargo, no es así. Bastaría citar al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal para corroborar que, cuando conviene, los órganos de poder hacen y deshacen el derecho a su antojo y lo adaptan a las peculiaridades de cada periodo, esto es como si se tratase de una moda interpretar la ley al antojo de quienes se encaraman en la cúspide del poder.
De esta concepción de los tribunales especiales surgió también la Comisión de Derechos Humanos, durante el nefasto régimen de carlos salinas, destinada a demostrar al mundo, tras la usurpación del poder Ejecutivo en 1988, la transición de México y su gobierno a escenarios libres de la tortura –una quimera-, y con una tendencia hacia una auténtica democracia alejada de estigma de la dictadura “casi” perfecta como años después asentó el Nobel peruano-español, Mario Vargas Llosa, quien después sería honrado por el mismo sistema, con vicios mayores a los por él observados, en una de esas paradojas frecuentes en la vida institucional de nuestro país, rebasada siempre la capacidad de asombro.
Si la irrupción de los fox al poder, tras consumarse la primera alternancia, dio origen, como verdadero contrapeso, a la Conferencia Nacional de Gobernadores, en principio sólo priístas si bien fueron integrándose los demás, una minoría no acorde con el mandato entregado al PAN en la Primera Magistratura, cuyas actuaciones frenaron ciertos abusos del gobierno central –no federal-, en una hora coyuntural, en la actualidad la CONAGO derivó en una especie de último cabús del presidencialismo ya no para amortiguar a éste sino con miras a preservarlo de los forcejeos con la partidocracia ambiciosa.
Al principio del mandato del señor peña fue clara la marginación de la CONAGO y evidente que el mandatario no deseaba confrontarse con los gobernadores quienes ya se habían acostumbrado a una autonomía mayor respecto a la Presidencia y consideraban estar en una especie de concurso de zancadillas, sobre todo los priístas, para doblegar al presidente y obligarlo a rectificar en no pocos casos. Los fox no aguantaron el pulso, mucho menos con el Congreso convertido en un “freno” según los propios huéspedes de Los Pinos, y optaron por marginarse, cuando menos, en el segundo tercio de aquel sexenio malhadado. El resultado fue deplorable.
De hecho, el único fruto del presidencialismo foxista, sin vencerse al autoritarismo como falsamente promulgó, fue el antidemocrático desenlace a favor de su sucesor, felipe calderón, quien fue incapaz durante su penosa gestión de sacudirse la malla de la ilegitimidad que lo atrapó para siempre, también en la crónica nacional. Mala perspectiva que permitió, por otro lado, una concatenación de soberbias en los mandos estatales como si se tratara de treinta y un presidentitos con el jefe de gobierno defeño armándose a su vez y desafiando a los moradores de la residencia oficial instalada en la Delegación Miguel Hidalgo en donde, por cierto, los desfalcos a la ciudadanía son de muy alto nivel.
El hecho es que los gobernadores se volvieron absolutos porque aceptaban de reojo, en su mayoría, los gobiernos presidenciales del PAN complicándoles, cuanto podían, su escaso accionar. Era como una competencia para observar quién era el más valeroso entre los priístas, acotando al titular del Ejecutivo federal, para que ello fuera lo que inclinara la balanza hasta que, de plano, se definió el liderazgo de peña nieto y éste comenzó a actuar con el presidente con mayor “normalidad”. Puras hipocresías que culminaron con la impunidad hacia calderón a pesar de sus errores garrafales, su inmovilismo y, sobre todo, su cobardía.
calderón, tan ufano siempre hasta cuando, en un principio del periodo de la violencia, se colocó una casaca militar haciéndole parecer una caricatura de sí mismo, con las mangas largas y una gorra que le ridiculizaba, ya pretende regresar a la residencia oficial de la mano de Margarita… aunque no pude preverse si ésta lo dejará hacerlo considerando los antecedentes de violencia de género de felipe y sus pantagruélicas celebraciones de toda índole por detrás de la alba casona en compañía de los mandos castrenses y policiacos, sobre todo genaro garcía luna y el general guillermo galván galván. Puro gavilán pollero.
En fin, en los próximos meses se irán doce gobernadores y ninguno de ellos deja buenas cuentas. Es verdaderamente atroz, no sólo por cuanto a sus desfalcos y peculados sino, sobre todo, por la represión constante –igual o peor a la que se vive en Veracruz en donde el mandatario Javier Duarte llega al cinismo de decir que sabe quiénes son los mafiosos y no los persigue-, a la ciudadanía y sus voceros, los periodistas independientes no asidos a los medios mercenarios con complicidades extremas.
Pero, hay aún herencias de 2015 que no podemos soslayar. En Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz se combinó con su padre, Humberto Medina Ainslie, para culminar una secuela de latrocinios al amparo de los narcotraficantes que así le permitieron “gobernar” en Monterrey luego de dos años de blindaje en San Antonio, Texas. Un caso de antología que, por supuesto, obliga a su sucesor, Jaime Rodríguez “El Bronco”, sin partido ni alcaldes ni diputados, a proceder de manera enérgica para no caer de la gracia de sus votantes. Todavía veo puras medias tintas con la incautación de algunos inmuebles de esta familia deplorable.
Guillermo Padrés Elías, de Sonora, no puede tener perdón. Fue un sinvergüenza sin medida y no sólo se benefició políticamente de la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo sino que jamás procediera contra los responsables –los socios y familiares de Margarita Zavala comenzando con Altagracia Gómez del Campo-, sino además llegó al extremo de privar de agua a los campesinos que tuvieron la desgracia de estar cerca del rancho del personaje quien se construyó una presa sólo para uso particulares. Este panista no tiene nombre.
Los casos de Michoacán y Guerrero son ampliamente conocidos; no podemos señalar los mediocres quehaceres de los interinos Salvador Jara y Rogelio Ortega sino de sendos destructores de la honorabilidad institucional: Fausto Vallejo Figueroa y, sobre todo, ángel aguirre rivero. Los dos se fueron bajo consigna de no ser perseguidos si entregaban sus gobiernos. ¿Es esta la democracia que con tanto ahínco presumen los sicarios presidenciales y los de los treinta y un gobernadores del país?
También se fue el campechano Fernando Ortega Barnés, represor de informadores como el que más y protector de Juanito Sandoval, quien de hecho manejó las operaciones sucias del mandatario mientras él se rodeaba de efebos y demás placeres mundanos. Los desfalcos son severos; las acusaciones también. Y no pueden pasarse por alto. Lástima que su sucesor tiene más miedo que un novillerito hambriento.
Tengo testimonios tremendos sobre la actuación de Fernando Toranzo Fernández, de San Luis Potosí, quien se dio a la tarea de acaparar terrenos e inmuebles con un cinismo cercano al de los colimenses Mario Anguiano Moreno y, sobre todo, su antecesor el ladrón por excelencia, Fernando Moreno Peña, quien no hizo obra alguna sin antes asegurarse de que decenas de hectáreas circundantes pasaran a sus manos; además, en Colima, el asesinato del ex gobernador Silverio Cavazos Ceballos salpica sendos rostros, el de Anguiano y el de Moreno, sin remedio.
En Querétaro, José Calzada Rovirosa dejó ir el gobierno por la ausencia de controles y su propensión a acumular riquezas y en Baja California Sur, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, el saltarín –pasó del PRD al PAN y le legó el poder a este último partido-, está convertido en uno de los caciques de la región que brindaron terrenos y esclavos a personajes como la familia fox con todo y la señora de las “muchas faldas”. Todos están sucios de los pies a la cabeza.
Y esto es remitiéndonos a 2015. Sólo para apreciar hasta donde ha llegado la impunidad más descarada de nuestra historia.
En fin, valdría la pena que la CONAGO no sólo se quedara en una hoguera de vanidades; y que, de manera paralela, se formalizara un tribunal para medir, sopesar y resolver los abusos y desviaciones de los ejecutivos de las treinta y una entidades, el jefe del gobierno del Distrito Federal y el presidente de la República. Es un clamor: la justicia debe ser efectiva y no convertirse en tapadera de rufianes “intocables”.
Debate
En la cumbre mundial de periodistas, celebrada hace un año en Valledupar, Colombia, la delegación mexicana, integrada por un centenar de colegas, convirtió sus denuncias, perfectamente acreditadas, en una inmensa cascada rebosante de sangre noble y generosa de verdaderos profesionales de la información. Son decenas ya los caídos durante el régimen actual y con las manos de los gobernadores sosteniendo sus cuellos. No es posible soportar más y así lo hicimos saber a quienes, desde todo el mundo, recogieron el mensaje.
Dijeron, sí, que México, a diferencia de cuanto cuentan los funcionarios de un gobierno ilegítimo –lo es desde el momento mismo en el cual se registró que el ochenta y cinco por ciento de los mexicanos lo repelemos-, es la nación más afrentada del continente por cuanto a la persecución de informadores incesante y la tremenda impunidad que es consecuencia precisamente de los encubrimientos de cuantos forman la estructura gubernamental de espaldas a los intereses del colectivo. Es una referencia que nos lastima, nos duele, pero no podemos soslayar en esta hora oscura.
Por supuesto, el señor peña podrá decir, como ya lo hizo, que a otros “les ha ido peor”; pero no en este renglón, desde luego. Quizá pensó en el dolor de los birmanos, los islámicos, Afganistán, Irán, Bosnia, pero no en ninguna nación civilizada o, cuando menos, considerada entre las veinte economías más importantes del mundo para efectos de mantenernos como país satélite de los estadounidenses convertidos, por ahora, en el eje occidental mientras China crece, crece y crece.
La Anécdota
En la cuna del vallenato, o del merengue, se baila y se vive jovialmente. Me resultó increíble que una radiodifusora militar alzara el pergamino de oro que lleva mi nombre, junto a otros colegas de Colombia, en una región tan lastimada por los encuentros entre guerrilleros de la FARC, los narcotraficantes en plan de reorganizarse bajo el mando de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, y los elementos castrenses dentro de los cuales, sin soslayar una dosis de corrupción, han surgido verdaderos estrategas como el general Óscar Naranjo Trujillo al que poca oportunidad le dio peña nieto para reformar y reforzar la seguridad en nuestro país.
Se jalea mucho con el vallenato y alguien me dijo al oído:
-Los mexicanos son como los colombianos: les encanta bailar con la muerte.
Y me quedé pensando en Posadas y su “Catrina”.
La mayor de las mentiras de peña nieto se dio, sin duda, cuando, con el mayor cinismo,
afirmó que en México se habían terminado los intocables, con su tío arturo montiel cantándole a los oídos.
La falacia no ha tenido límites y con la misma vara de la ceguera y la parodia se mide a los gobernadores,
como javier duarte, de Veracruz, señalados como asesinos y ladrones de alto nivel.