Fuentes de alto nivel del gabinete de seguridad narraron la manera en que Joaquín “El Chapo” Guzmán vivió el secuestro de sus dos hijos, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, en un restaurante de Puerto Vallarta el 15 de agosto.
El capo recibió la noticia de su pareja, Emma Coronel, durante una visita en el penal de máxima seguridad de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Quienes lo monitorean detectaron a un ‘Chapo’ intranquilo que nunca explotó ni tampoco vociferaba, pero sí estaba bastante nervioso.
Las fuentes indican que el Gobierno federal le ofreció que presentara una denuncia formal y les diera cualquier pista sobre quien ordenó el plagio, pero el narcotraficante dijo no, sólo agradeció el gesto; Hay versiones de que fueron liberados casi una semana después, pero ninguna autoridad lo ha confirmado.
Fuente: Notisistema