México, 27 ago (PL) Investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) consideran hoy al país como uno de los laboratorios sismológico del mundo, por la variedad y magnitud de los mismos.
Según estadísticas en los últimos 12 años se reportan 16 mil 540 movimientos con magnitud igual o superior a 3,5 grados en la escala de Richter; casi cuatro por día dentro de ese rango.
Cerca del 80 por ciento de los terremotos ocurren en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Las zonas de mayores riesgos son el litoral del pacífico y el centro del país.
Estos fenómenos son también recurrentes en Michoacán, Colima, Jalisco, Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora y Baja California.
México es una de las zonas sísmicas más activas del mundo por ubicarse en el área conocida como el Cinturón Circumpacífico.
Los movimientos se dan por la interacción de las placas de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe, más los sismos locales que se deben a fallas territoriales.
El estudio de estos fenómenos comenzó en 1910 con la inauguración de la red sismológica, sin embargo, los antecedentes de grandes movimientos están registrados en documentos de época.
Entre los mayores terremos están: Oaxaca, 28 de marzo de 1787, recordado como El gran tsunami mexicano: Acapulco, 27 de julio de 1957, de 7,8 grados; Ometepec, Guerrero, 20 de marzo de 2012, de 7,7; Mexicali, Baja California, 4 de abril de 2010, de 7.2.
El 19 de septiembre de 1985 ocurrió el más mortífero y destructor. Su epicentro fue en las Costas de Michoacán peros sus efectos causaron una gran destrucción en la capital mexicana con más de 10 mil muertes, 50 mil desaparecidos y 250 mil personas sin hogar.