Berlín, 8 nov (PL) Hoy se cumplen 121 años del descubrimiento de los rayos X por el físico alemán Wilhelm Röntgen, un hecho que abrió el uso de la radiología para el diagnóstico de enfermedades.
Trabajando con un tubo de rayos catódicos en su laboratorio, Röntgen produjo radiación electromagnética en las longitudes de onda correspondiente a los actualmente llamados rayos X.
Su hallazgo, que tuvo lugar el 8 de noviembre de 1895, le valió ser distinguido con el premio Nobel en 1901.
Rápidamente, los rayos X se comenzaron a aplicar en todos los campos de la medicina; solo al año del primer informe de Röntgen ya se habían escrito 49 libros y más de 1200 artículos en revistas científicas.
Se considera uno de los puntos culminantes de la medicina de finales del siglo XIX, sobre el cual se basaron numerosos diagnósticos de entidades nosológicas hasta ese momento difíciles de diagnosticar.
A pesar del gran éxito, el científico alemán rechazó registrar cualquier patente relacionada a su descubrimiento por razones éticas.
Tampoco quiso que los rayos llevaran su nombre, sin embargo en alemán los rayos X se siguen conociendo como Röntgenstrahlen (rayos Röntgen).