Podemos saber poco del futuro, pero lo suficiente para darnos cuenta de que hay mucho que hacer
Alan Turing
Quintana Roo es el principal destino turístico de México y Latinoamérica, pero el éxito alcanzado ha dependido, hasta ahora, más de los esfuerzos privados que los gubernamentales, por eso es que en tiempos de alternancia política y con un empresariado no necesariamente conforme con las primeras acciones del gobierno estatal, los trabajos que se hagan desde los municipios toman especial relevancia, y sin duda el talante de los alcaldes será fundamental para el resultado que se obtenga.
Y es que aun antes de las elecciones del 05 de junio, en que por primera vez ganó un candidato no postulado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sino por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), los empresarios denunciaron que los gobiernos de Roberto Borge Angulo y Félix González Canto dispusieron de manera ilegal de unos dos mil millones de pesos que debieran estar destinados a la promoción turística, y que además se dejaron de pagar unos 450 millones de pesos, de un total de 900 que costó la recuperación de playas en el 2010, lo que imposibilitaba realizar de nuevo trabajos de ese tipo, ahora que las playas comienzan a ser afectadas de nuevo por cuestiones climáticas.
Aun así, en 2015, México se ubicó entre los diez países con mayor cantidad de turistas internacionales, al arribar de 32 millones de visitantes, de los cuales 8.2 millones visitaron los diferentes destinos de Quintana Roo, pero por el aeropuerto de Cancún ingresaron al país más de 15.2 millones de personas; lo cual en términos simples significa que la entidad aportó prácticamente la mitad del total de los turistas que llegaron a suelo mexicano; consolidando a la entidad como el principal destino nacional y de Latinoamérica.
A pesar de esas cifras positivas, el panorama económico en materia de turismo no es nada halagador para 2017, pues a la Secretaría federal del ramo se le asignarán tan sólo 3 mil 497.4 millones de pesos, monto 35% menor a la que se le asignó en 2016, con lo cual quedarían canceladas obras de infraestructura calificadas como fundamentales para mantener la competitividad de los destinos quintanarroenses, como los puentes carreteros sobre el sistema lagunar Nichupté y la recuperación de playas, proyectos que han sido frenados durante toda la administración de Enrique Peña Nieto.
LA ALTERNANCIA Y LA “MAGIA” TURÍSTICA EN LOS PUEBLOS
Entre las últimas gestiones que realizó Carlos Joaquín González como subsecretario de Planeación Turística a nivel nacional estuvo el reordenamiento y asignación de distintivos de “Pueblo Mágico” para todo el país, de manera tal que dos municipios quintanarroenses obtuvieron el membrete: Isla Mujeres y Tulum; y Bacalar, que ya lo tenía, lo mantuvo a pesar de la fraudulenta administración en el gobierno de José Alfredo Contreras Méndez.
Es en este contexto en el que el éxito turístico dependerá en gran parte de la capacidad administrativa de los presidentes municipales, pues Alexander Zetina Aguiluz en Bacalar deberá reordenar administrativamente el llamado décimo municipio, el comité en ese municipio aún no se renueva, pero debiera ocurrir en breve, pero sobre todo actualizar los ordenamientos en materia de imagen urbana y la redefinición de inversiones en el sitio; lo mismo ocurre con Tulum, cuyo gobierno anterior, el de David Balam Chan, nunca diseñó e instrumentó la normatividad respectiva, a grado tal que el riesgo de perder el distintivo está desde mayo del presente año, aunque las actuales autoridades lo niegan, pero nada en concreto para evitar tal situación.
Caso aparte, cabe reconocer, es Isla Mujeres, pues la administración de Juan Carrillo Soberanis recibió en la Feria de Pueblos Mágicos, realizada del 13 al 16 de octubre, en Querétaro, un distintivo nacional por las cadenas productivas instrumentadas en ese municipio; con lo cual rebasó por mucho lo realizado por Bacalar en todo el tiempo que ha tenido el distintivo de Pueblo Mágico, ya que mientras el sureño ayuntamiento lucha por mantenerse, la isla ya logró una especialización mayor.
En concreto, los tres pueblos mágicos de Quintana Roo deben el distintivo a Carlos Joaquín González, pero ahora que este es gobernador, resulta que los tres son gobernados por partidos diferentes a los que llevaron al poder al actual mandatario, y ahora este depende en gran parte de esos ayuntamientos mantener la imagen exitosa del turismo local. Por lo menos Juan Carrillo Soberanis ya está haciendo la tarea.
LOS EMPRESARIOS COMO ALIADOS
La administración de Carlos Joaquín González ha tenido un inicio complicado en varios rubros, sus colaboradores, no parecen ayudarlo mucho, pues hace unas semanas el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), Juan Vergara Fernández, señaló que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) investigaba la evasión fiscal de empresarios hoteleros –los mismos que fueron factor fundamental en la campaña de Joaquín González- y que se instrumentarían medidas para corregir dicha situación, teniendo días después que aminorar el “tono” de sus declaraciones, al generar una clara y pública molestia del empresariado.
El rol del empresariado no puede minimizarse, pues además de la presión política ejercida durante la campaña que llevó al triunfo a Joaquín González, serán aliados estratégicos el resto de la administración, si es que se quiere refrendar el lugar número diez del ranking internacional en turismo, y si se pretende dar marcha hacia adelante a las obras de infraestructura que han sido dejadas de lado en toda la administración federal, pues de ello depende el mantenimiento de la competitividad del destino, en un entorno de clara escasez de recursos.
COLOFÓN
La alternancia política es apenas el primer paso para la recuperación económica de Quintana Roo; por ello la concordia política y el mantenimiento de aliados estratégicos serán fundamentales para demostrar la experiencia turística alcanzada por las actuales autoridades en sus anteriores encargos en la administración pública; y entendiendo que el turismo es la principal actividad económica estatal, no hay tiempo para “curvas de aprendizaje”, pues cualquier error impactará de manera directa en la endeble estabilidad que se construye, sobre todo después de las desastrosas administraciones priístas de los últimos doce años; así de observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.