México, 26 nov (PL) La cosecha apenas inicia hoy con el fallecimiento del líder histórico cubano Fidel Castro, quien siempre defendió el valor de las ideas, como lo hizo su mentor, el apóstol José Martí.
A la corresponsalía de Prensa Latina llegan mensajes de condolencia, de reconocimiento al legado de Fidel, y de preocupación de cómo estamos los cubanos.
Fidel se fue físicamente en el mismo día en que subió al yate Granma desde Tuxpan, México, en azaroso viaje libertario a la isla hace 60 años.
Por estos días esa gesta se conmemora en Tuxpan y en Cuba, cual uno de los hitos más importantes que unen a dos países estrechamente ligados por la historia.
La misma historia que no solo absolvió al líder cubano, sino que puso a su país en la palestra internacional cual ejemplo de defensa de soberanía, autodeterminación e incluso de solidaridad con otros pueblos del mundo.
Son muchos los legados de Fidel, como le llaman a Cuba, quien murió cuando le tocó, no cuando quisieron los que lo querían muerto.
Fueron cientos los planes de atentados contra su vida; su liderazgo se creció cuando Estados Unidos invadió a Cuba, cuando la crisis de los misiles y más, en el momento en que hasta la Unión Soviética se «desmerengó» como el mismo definió.
Y con él todo un pueblo, al que preparó para resistir, avanzar e incluso para hacer de su muerte la continuidad de la obra de la vida, cual semilla que rebrota entre sus compatriotas y los que en el mundo lo tenían como referente de hidalguía e incondicionalidad a los principios.
Fidel Castro y la cosecha de las ideas
Por Orlando Oramas Leon