La sociedad de la capital del país ha coincidido desde que llegó el Partido de la Revolución Democrática al poder, “todo lo que toca, lo echa a perder”, y no es tan solo crear un estado de ánimo adverso sino que con sentido crítico y veraz, acusa, se queja y se arrepiente de tener a gobiernos de izquierda que han transformado a la Ciudad de México en un gigantesco basurero, que lo distinguiría como la urbe más cochina de América Latina.
Y no es para menos. En cualquier parte de la capital de la República se observan montones de basura confinada o arrinconada que pese a los grandes esfuerzos que realizan cotidianamente todo un ejército de hombres vestido con overoles color naranja, se dan a la incansable tarea de limpiar todo resquicio cuando menos en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Este reportero free lance realizó un amplio recorrido por diversas colonias de la urbe más grande y monstruosa del mundo, y corroboró una y mil veces más, que la sociedad esta fastidiada de ver a su “bonita ciudad” convertida en un auténtico basurero. Un en asco.
Ya no sabe si el presupuesto que está destinado para la limpia de calles y avenidas de la capital esté siendo utilizado con honestidad y transparencia, porque pareciera que en los hechos es todo lo contrario. La demagogia campea entre los funcionarios y legisladores, verborrea que todos escuchan, pero nadie atiende.
La CDMX se ha transformado en presumir poseer el más gigantesco basurero de América Latina. Los transeúntes tiran sus desechos en las avenidas porque se carecen de basureros-esquineros públicos. En el primer cuadro de la ciudad, si los hubieron alguna vez, no cuentan con su correspondiente depósito porque los chavos de la calle materialmente se los roban.
De tal manera que la pomposa Ciudad de México, la brillante y espectacular Ciudad de los Palacios y la paradigmática concentración de sitios turísticos, sufre irremediablemente de la suciedad… bajo su manto tan limpio y azul de su atmósfera.
No solo de los desechos sólidos o líquidos que la gente tira en vía pública por la falta de depósitos de basura, sino se concatena la inseguridad pública, porque además, hay que admitirlo: existe miedo y temor acercarse a cualquier policía porque metafóricamente llevan ese sello trágico de la corrupción, es decir, distinguiéndose como integrantes activos del crimen organizado pero a nivel institucional.
Pese a ello, Elizabeth Mateos Hernández, diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), presentó iniciativa para reformar el artículo 32 de la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, a fin de lograr una correcta manipulación y tratamiento en desechos de manejo especial.
En tribuna, la presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables expuso que la propuesta, que se turnó a la Comisión de Preservación del Medio Ambiente, Protección Ecológica y Cambio Climático, para su análisis, busca que los establecimientos e instituciones generadoras de residuos de manejo especial, tengan la obligatoriedad de diseñar e implementar planes con acciones concretas que serán autorizadas por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema).
Esta dependencia promoverá la participación de la ciudadanía, a través de campañas de difusión, para prevenir la generación de residuos de manejo especial, como el caso de los aceites, en los domicilios y establecimientos mercantiles, impulsando una gestión integral adecuada para la prevención de la contaminación por éstos.
“El manejo de los residuos es uno de los aspectos más problemáticos en materia ambiental, ya que su producción se incrementa en la misma medida que la población, debido al elevado consumismo, al avance de la tecnología y a la baja cultura de reutilización. Por ello, es necesario que en el caso de los Residuos de Manejo Especial, se delimiten funciones, atribuciones y competencias”, dijo.
La también vocera de la fracción parlamentaria del PRD en la ALDF indicó que el artículo 32 de la citada Ley establece que los residuos de manejo especial estarán sujetos a planes conforme a las disposiciones que establezca esta norma, su reglamento y los ordenamientos jurídicos de carácter local y federal que al efecto se expidan.
Mateos Hernández destacó que los Residuos de Manejo Especial son los generados en los procesos productivos, que no reúnen las características para ser considerados como peligrosos ni como residuos sólidos urbanos, o que son producidos en volúmenes superiores a 10 toneladas al año.
Refirió que es competencia de las autoridades estatales el manejo y control de estos desechos, mientras que las autoridades municipales y delegacionales se encargan del control de los Residuos Sólidos Urbanos generados en las casas, establecimientos, vía pública, o los que resultan de la limpieza de lugares públicos.
La diputada perredista manifestó que la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en su artículo 19 efectúa una clasificación de los residuos de manejo especial en ocho categorías incluyendo los provenientes de las plantas de tratamiento de aguas residuales, servicios de salud, de transporte, tiendas departamentales o centros comerciales e industria de la construcción.
Entre otros aspectos, señaló que 80% de los residuos generados en unidades médicas se clasifican como de manejo especial y el resto peligrosos biológico infecciosos. En tanto, los de servicios de transporte, en su mayoría, provienen de las terminales y en materia de lodos provenientes de plantas de tratamiento de aguas residuales, se conoce que se generan aproximadamente 640 mil toneladas por año en base seca.
Mencionó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, para las tiendas departamentales y centros comerciales, se estima que se generan alrededor de 350 a 370 kilos por tienda al día, en promedio; y de 330 a 345 kilos para los autoservicios. El subproducto más abundante es el cartón, con 45.9%, seguido por el alimenticio, con 8.4%, el plástico de película con el 7.3%, y el plástico rígido, con 7.2%; el resto corresponde a otros residuos.
las empresas dedicadas al reciclaje de residuos de la construcción y demolición provenientes de obras para vivienda, comercios, industria e infraestructura cobran aproximadamente 40 pesos por metro cúbico de escombro y se estima una generación promedio de 13 mil 130 toneladas por día.
El artículo 4º de la Constitución, establece que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar y el Estado la obligación de garantizarlo. Mientras que el daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque, de ahí que se busque mejorar la manipulación de residuos de manejo especial.
Pese a su propuesta de reformas a la mencionada ley, no da una directa solución para que el Gobierno de Miguel Ángel Mancera se obligue a renovar los basureros esquineros de toda la capital, independientemente que otro de los problemas torales que sufre la Gran Ciudad Grisácea, es toparse con alcantarillas que vándalos han robado paulatinamente sus tapas o bases de protección.
La legisladora hubiera empezado de construir su propuesta de reforma para que la Ciudad de México vuelva a rescatar su imagen de Ciudad Bonita, ya que miles de turistas del mundo se llevan una negativa impresión por los miles o millones de baches que deslucen a la macro ciudad.