La Habana, 15 dic (PL) El director mexicano Rodrigo Reyes defiende hoy en el XXXVIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano un trabajo de ficción lo más apegado posible a la realidad: así lo hace con su cinta Lupe bajo el sol.
La película partió al principio de la idea de hacer un documental, pero luego me decanté por la ficción, reveló el cineasta en conferencia de prensa.
Mi abuelo se «perdió» unos cinco años por Estados Unidos y entonces comencé a ficcionar con todo aquello que hubiese podido sucederle, explicó.
Decidí relizar el rodaje con actores no profesionales, con migrantes y gente de campo de verdad: me interesaba darle un tono realista al filme, señaló Reyes.
Tenía por delante un gran reto, cómo lograr que esos actores no profesionales confiaran en mí. Algunos amigos me sugirieron que nos les contara todo el guión, y solo les diera instrucciones para cada escena, relató Reyes.
De esa forma, cada uno fue encontrándose con el personaje de una manera muy orgánica, hubo toda una evolución, añadió.
Los campesinos migrantes son gente muy ultrajada en Estados Unidos y me interesaba reflejar eso, enfatizó el director.
Para mí era muy importante el uso de los actores no profesionales porque quería darle más realismo a la historias, el cuerpo del protagonista es tal cual: espaldas anchas, manos grandes, un hombre viejo pero fuerte…, insistió.
Lupe bajo el sol está filmada en el corazón agrícola del Valle Central de California, donde muchos migrantes mexicanos trabajan de forma ilegal en severas condiciones de pobreza y acompañados también por la nostalgia de su tierra.
Este es el primer largometraje de ficción de Reyes, quien ahora lleva dos trabajos a la vez: el de cineasta y un empleo como intérprete en los juzgados de California, en este último encuentra mucho material para nuevas historias.
Por estas fechas persigue el Premio Coral en el apartado de ópera prima en el XXXVIII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que concluye el próximo domingo.