La crisis está dura

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

Quién se hubiera imaginado que de un proyecto militar nació para facilitar la comunicación en sistemas informativos, evolucionara a tal grado que ahora forma parte esencial de la vida diaria.

Es correcto se trata del Internet, de ese servicio que llegó a nuestras vidas hace unos cuantos años, que ahora ya no es suficiente como una herramienta de trabajo, sino ahora forma parte de un nuevo estilo de vida, hasta el grado de convertirse una nueva forma de vida social cibernética en donde la mente del ser humano hace de un medio frio a un medio cálido y hasta por qué no caliente.

La creación de las redes sociales ha servido como un instrumento para crear grupos de amigos, así como un dolor de cabeza para las autoridades en la cual aquellos problemas sociales fueron atraídos por el Internet, convirtiéndose en un refugio para ejercer actos ilícitos y a la mano de cualquiera.

El mundo cibernético se convirtió en un escaparate ideal para que chicas, incluyendo jovencitas estudiantes de “familia“ se prostituyan ofreciendo servicios sexuales al mejor postor y cuyos costos van de los 400 pesos a los 2 mil pesos.

Simplemente en un reportaje realizado por la agencia de noticias SIP de Saltillo, conoció en ésta cabecera municipal de Coahuila, al menos tres casos de mujeres cuyas edades fluctúan de entre los 18 a los 25 años de edad, en su mayoría universitarias provenientes de regiones del centro y norte del estado y de ciudades como Villahermosa, Tabasco y Guadalajara, Jalisco.

Las chicas argumentaron que decidieron ofrecer su cuerpo a cambio de dinero porque son de familias muy humildes y su deseo es contar con recursos para costearse sus estudios profesionales.

Aunque hubo algunas que fueron conectadas vía anuncios como “anunext.com” que confesaron que solamente se meten con sus “clientes”, por placer. Argumentando que les gustaba el sexo y además que les pagaban por sentir placer, dinero que usan para comprar ropa, calzado, perfumes y los cuadernos de la escuela.

Esa chica quien dijo estudiar en la “Benemérita Escuela Normal de Coahuila”,  y ser originaria de Castaños, junto con algunas compañeras que son originarias de la misma cabecera municipal de donde es originaria  y con otras de Sabinas, usan los fines de semana para dedicarse  a ofrecer sus servicios sexuales conectando a los clientes a través de “anunext.com”.

Este es solamente una entrevista de un reportaje realizado de agencia de noticias SIP, sin embargo, no es la única chica estudiante que se dedica a prostituirse sino también las hay de otras escuelas como las que estudian en la UAAAN, quien pidió su anonimato y dijo ser originaria de Tabasco, y de nombre Jimena quien comentó ser de familia pobre y decidió dedicarse a la prostitución a través del Internet: “vivo con otras dos chicas de Tabasco, conectamos a los señores por internet, les decimos que somos de mente abierta, estudiantes foráneas y que por mil pesos a cada una los acompañamos en sus fiestas privadas”.

Historias como estas no son las únicas sino hay mucho más sin respetar el nivel de escuela, es decir, si se trata de una escuela pública o privada porque las hay que por solo 800 pesos ofrecen todo tipo de servicio, es decir, desde sexo oral, vaginal, y hasta baile con ropa sexy, a domicilio o en motel, eso no importa. Las hay desde la máxima casa de estudios de Coahuila, la Normal Básica, UANE, UVM, entre otras más, o sea, no existe distinción de escuela o universidad ya que la justificación universal es que: la crisis esta dura. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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