*Inocentes Políticos
*¡Levántate México!
*Escritores Perdidos
Ya lo saben: los salinas, la mayor familia política del país –la primera es, por tradición, la del presidente en ejercicio-, es la crema y nata de los oligarcas mexicanos; los demás debemos estar listos para levantar los brazos por cualquier falla personal, sea una copia de vino que induzca al alcoholímetro a remitirnos al “torito” –ya es casi un sello de distinción entre los juniors-, o por encontrar a una pareja dándose un beso a la luz de las estrellas… o lámparas del alumbrado públicos. Nos obligan a seguir la ruta de las “mordidas” como si se tratase de una tradición y, para colmo, estamos expuestos a ser presas de los asaltantes carreteriles en combinación con los cobradores de las casetas. Quizá por eso me dio gusto, hace un año, que dejaran el paso libre en la entrada de la ciudad de México, provenientes de la Angelópolis.
Nos persiguen todos, el gobierno y las mafias, lo mismo secuestradores hábiles –cuyas voces, curiosamente, están grabadas en el banco de datos del búnker en donde ofició hasta 2012 el nefasto genaro garcía luna, zar de la impunidad al servicio de calderón quien cenará en fin de año más que romeritos deschamps, de paso uno de sus grandes aliados, en la más absoluta tranquilidad-, que narcotraficantes ávidos de esclavos –o mulas como suelen llamarlas- sin importar edades ni filiaciones. La inocentada es creer que todo esto ha desaparecido por la nueva, recurrente, por lo general inútil cruzada anticorrupción iniciada por el clan peña y sus amigos –uno de cada diez mexicanos y esto no es una ingenuidad-.
Los salinas recuperaron todos sus millones y propiedades, específicamente raúl, aprehendido en febrero de 2005 lo que dio lugar a la farsa de su hermano carlos, el ex mandatario, puesto en “huelga de hambre, en una vivienda humilde de San Bernabé, dentro de las conurbaciones de Monterrey, cubierto con su inolvidable “borrega” muy al estilo de los rancheros que nos llegarían después con hebillas con sus iniciales y botas de charol para para las presentaciones diplomáticas. Pero no se crean mucho: la PGR, a toro pasado naturalmente, ahora presentó una “queja” a un secretario de acuerdos, Fermín Cotero, quien confirmó la sentencia absolutoria para que el rufián mayor de la familia recuperara sus cuantiosos haberes. Ni siquiera tenía el funcionario funciones para ello en ausencia de titular del tercer tribunal unitario penal de la Ciudad de México. Muchos millones, sin duda, se quedan en los puentes entre los justicieros corruptos y los miserables que los avituallan.
Así, volvieron, como palomas negras, doscientos veinticuatro millones de pesos a manos del hermano incómodo mismo al que dejó con la mano tendida Luis Donaldo Colosio, días antes de su sacrificio, para subrayar que sus nexos no confesables no pasarían de diciembre de 1994. Y quien no llegó a esa fecha fue el candidato del PRI que lanzó una perorata para limitar las funciones presidenciales lo que no pudieron admitir el consejero siniestro, joseph-marie córdova montoya, resguardado desde entonces y protegido por los fox, y el mandatario entonces en funciones, carlos salinas, quien decía no ver ni escuchar pero bien sabía cuánto administraba su fraternal socio. Si no hay infierno, ¡qué buena vida se han dado los salinas! Pero si existe, ¡pobres de sus almas condenadas al fuego eterno! Y pueden, por ahora, reírse cuanto quieran, mientras peña y sus secuaces sean gobierno en este país mil veces desvencijado y otras tantas veces puesto de pie.
La patria no pasa, los hombres sí. Dicen que peña y su “gaviota” son inocentes también y lo son: creen, a pie juntillas que les será posible mantenerse durante los próximos años, venciendo a la muerte y a la enfermedad que carcome al primero y a la crispación social que ya le ha extendido si certificado de defunción como político y gobernante. Ya no tiene salvación histórica ni la tendrá. De eso estamos absolutamente seguros. Los mexicanos hemos perdido la capacidad de someternos y conformarnos con cuantos regímenes han ido y ya no estamos seguros de poder aguantar más. De hecho, yo ya no quiero pasarme otro año en estas condiciones, bajo el flagelo de los simuladores, de los hipócritas y los farsantes.
Por allí escuché un argumento que todavía me mantiene desconcertado. Una mujer de bella voz, cantante y madre de familia, tras mis palabras inflamadas contra el mal gobierno –sin jamás pretender la violencia, subrayo para no asustar a las madres de los policías; una de ellas escribió, censurándome que incitara a matar a su hijo lo que fue tan absurdo como desproporcionado-, expuso una teoría para minimizar el peso de las críticas:
–“A mí me enseñaron, desde niña, que deberíamos tener respeto por la figura del presidente de la República”.
Perdónenme pero no pude más. Alcé mi voz y le respondí que hacía tiempo, varios lustros, que esta supuesta figura impoluta no había dejado de infamarnos y, con ello, perdido nuestro respeto. Les recuerdo que el presidente NO es un símbolo sino un servidor público y, como tal, sometido al escrutinio permanente de la sociedad que, en conjunto, ejerce esencial y originariamente la soberanía popular. Tal subraya la Constitución como refrendo del poder colectivo y parapeto de los acomodaticios, los simuladores y hasta los criminales que na pintado de rojo, con la sangre de miles de mártires, la residencia oficial de Los Pinos. Y no sólo me refiero a peña, peñita, sino igualmente a casi todos sus predecesores.
Precisamente por eso con quienes hablo me aseguran que no darán paso atrás alguno; que no quieren a los peña ufanándose sin el menor decoro de las afrentas contra el colectivo. Y, adelantándose al día de los Santos Inocentes, dentro diez días, el mandatario en funciones no tuvo vergüenza alguna al declarar que, en 1982, había adquirido una “casa” con 560 metros cuadrados por la ridícula cantidad de 924 “viejos pesos” equivalentes, entonces y hoy, a ¡trece dólares! No hablamos de miles sino de unidades. ¿Y con ello pretende recuperar su perdida credibilidad? Lo que ha hecho es el ridículo mundial… ya no pueden darle confianza alguna, pese a las certificaciones internacionales subastadas, a ningún inversionista serio. Ni chinos ni estadounidenses, próximos a desviar sus inversiones hacia Cuba, para refrendar la “amistad recuperada” entre dos pueblos disímbolos y absolutamente alejados por la historia.
¿Lo ven ustedes? De muy poco nos ha servido el papel de vasallos o satélites. Desde ahora, y lo ha sido siempre, es más sencillo para un cubano penetrar el territorio estadounidense que a un mexicano cruzar la barda de la ignominia. A los isleños los acogen como trofeos políticos; a los nuestros les convierten en piezas de caza los minutemen de Arizona. Y ello se debe, sobre todo, a la ausencia de dignidad, de honra y de decoro diplomático de nuestro gobierno siempre de rodillas ante las potencias del norte. Sépalo señor peña: repudiamos este papel, condenamos a su gobierno y refrendamos que ya ha perdido la historia.
Debate
Hace poco más de un año, me encontré en Puebla a un notable chileno, señor de las letras, poeta porque lleva un volcán el corazón y uno de los promotores de la marcha de protesta en la FIL de Guadalajara, en 2014, contra las atrocidades que ha sufrido nuestra patria; los autores mexicanos, poquitos y temerosos, se escondieron para no incordiar a sus mecenas encumbrados. ¡Qué vergüenza!
Manuel Martínez Opazo, llegó desde Santiago de Chile y ha recorrido buena parte de nuestro país, lo ha sentido de cerca y lo ha sufrido también. Atestiguó una balacera en Tampico, la esclavitud de los campesinos del sur y, sobre todo, algo que verdaderamente le indigna: el profundo temor de los mexicanos a enfrentar al monstruo de las mil cabezas llamado corrupción. Por eso, me entregó una de sus poesías que hoy quiere compartir con ustedes:
Levántate México
Se aprieta el corazón
y se nubla la razón
por 43 almas que han volado
en estos días de horror.
Levántate mexicano
que Latinoamérica ya se cansó
de tanta injusticia y muerte.
Levantémonos contra el sanguinario,
aislémosle hasta ahogarlo
en su muerte y represión.
Que México no silencie
el grito que en América se siente,
somos una misma raza
tenemos un mismo clamor.
Por los 43 que han partido,
por los miles que antes murieron,
por este pueblo dolido
levántate mexicano.
Terminemos con el dolor,
ya está bueno de ser víctimas
del miedo y la represión.
Levántate mexicano
despierta del letargo
que hoy fueron tus hermanos
quién sabe si seas tú mañana
la víctima de esta locura
que asesina sin control.
Manuel Martinez Opazo
Gracias, querido amigo, por tu proclama y por hacernos entender que toda Latinoamérica debiera estar unida en estos trances históricos. Como respaldo, plataforma e impulso. Gracias, también, por hacer poesía de la prosa del drama, belleza desde la más horrenda realidad. Y gracias por ser, desde ahora, un amigo, un gran amigo, hermanados no por las fronteras sino por el ansia de libertad y justicia.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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ASÍ COMO CHILE VIVIÓ UNA DICTADURA BRUTAL, MÉXICO DEBE SACUDIRSE, COMO LO HICIERON CHILENOS Y BRASILEÑOS, AL PRESIDENCIALISMO AUTORITARIO Y REPRESOR. NO HAY NECESIDAD DE AGREGAR MÁS.