Guillermo Arriaga busca el sentido de las cosas con «El salvaje»

Contrario a lo que podría parecer, El salvaje, no es solamente una historia sobre un joven que busca vengar la muerte de su hermano mayor.

Por Alberto Aranda

Ciudad de México, 27/01/17 (N22).- Juan tuvo dos hermanos, los dos murieron por su culpa, si no fue del todo su responsabilidad por lo menos él así lo cree. El primero murió en el feto de su madre cuando los dos luchaban por el mismo espacio, el segundo fue asesinado por unos fanáticos religiosos. Este es el personaje de la más reciente novela de Guillermo Arriaga titulada El salvaje.

“El personaje de Juan Guillermo apareció en mi vida desde que soy prácticamente un niño.  Estas son una serie de historias que yo he venido recogiendo, vivencias a lo largo de la vida y poco a poco se fueron materializando en este personaje que se llama, Juan Guillermo”, dijo Arriaga.

Rechazado por su madre y su padre al nacer, Juan trae en la piel el olor a muerte, si no fuera por su abuela que se encargó de él, la muerte también  se lo habría llevado.

“Juan Guillermo tiene un problema serio: se queda huérfano y solo a los 17 años. Asesinan a su hermano y si una muerte en una familia pesa, cuando alguien es asesinado pesa mucho más, entonces él tiene que sobreponerse, él tiene que recogerse a sí mismo, reconstruirse y salir adelante”.

Contrario a lo que podría parecer, El salvaje, no es solamente una historia sobre un joven que busca vengar la muerte de su hermano mayor.

El Salvaje no es una historia únicamente de venganza. El Salvajees una historia de amor, amistad, pérdida; son ritos de iniciación, búsquedas profundas del sentido de las cosas. No solamente de Juan Guillermo, también de un personaje paralelo, Amaruq. Yo creo que es mi novela más personal. Todas son personales pero esta es donde puse más vivencias cercanas, las experiencias de vida más cercanas”.

Como en sus películas y libros anteriores, la ciudad ocupa un papel central en la historia que nos cuenta Arriaga, quien opta por una narración dinámica.

“Yo creo que pertenezco a una tradición narrativa donde la velocidad,  el ritmo es importante. No quiero decir que escribo como ellos, sino que pertenezco a la tradición narrativa. Desde Heródoto, por ejemplo, hasta Stendhal, a Pío Baroja, Hemingway, a Faulkner, contar la historia es importante y contarla con cierta trepidación y con cierto ritmo; a Martín Luis Guzmán, esa es la tradición narrativa a la que quiero pertenecer y viene incluso desde la Biblia. Si tu lees la Biblia son frases cortas con un gran ritmo”.

 

El salvaje es una publicación de Alfaguara.

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