Buenos Aires, 22 feb (PL) Trabajadores argentinos de la empresa de automóviles Volkswagen afirmaron hoy que 600 de ellos podrían quedar suspendidos a partir del 1 de marzo en la planta de la compañía en Pacheco, en la provincia de Buenos Aires.
Según declaró a la emisora Radio 10 Juan Carlos Amado, empleado con casi tres décadas de antigüedad en esa empresa, en estos momentos se vive mucha angustia por la suspensión que se extenderá por un año y medio. «La empresa y el sindicato ya lo comunicaron, el viernes es el día del mecánico y nos hacen este regalito», dijo.
En la fábrica trabajan alrededor de cuatro mil 500 personas. Hay una situación fea, muchos se han ido, agregó tras denunciar que se trata de una política de achicamiento y de bajar los costos laborales.
Amado apuntó que no sabe cómo será el método de selección para estas suspensiones. Ya yo viví algo en 2001 parecido y ahora, acotó, la película se repite.
Creo que se podría reubicar a estos compañeros porque es una empresa muy grande, pero se decidió que 600 quedemos afuera, lamentó tras añadir que hay una flexibilización laboral.
La pequeña crisis que existe, según ellos, nos deja a varios suspendidos, pero con una incertidumbre que no sabemos si vamos o no a volver.
«Le pido a la CGT (Confederación General de Trabajo) que reflexione y nos de una mano a los trabajadores, no solo a nosotros los de Volkswagen sino a todos los que sufren despidos», manifestó.
Fuentes de la compañía informaron que las suspensiones, que eran rotativas renovables y por un mes, pasaron a ser permanentes y que contaron con el aval del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, reflejó Ambito Financiero.
Los despidos continúan en esta nación, que solo el pasado año contabilizó a más de 200 mil desempleados, según un informe del Centro de Economía Política Argentina.
Hoy se supo que dos de las plantas de la fábrica Atanor, importante productora de agroquímicos, cerró sus puertas y con ello unos 100 empleados quedaron en la calle.
La víspera la empresa PC Arts Argentina, de la marca Banghó, anticipó la pérdida de alrededor de 500 puestos de trabajo tras la decisión gubernamental de quitar los aranceles a la importación de productos informáticos.
Por otro lado un grupo de trabajadores de la planta Artes Gráficas Rioplatense, perteneciente al conglomerado Clarín, siguen en protesta desde hace casi 40 días tras el cierre de la fábrica y el despido de 380 operarios.