Ciudad de México (N22/Salvador Perches).- A través de una compilación de fotografías aéreas realizadas durante los años 2014 y 2015, Pablo López Luz propone en su proyecto Frontera una lectura renovada y alejada de las narrativas que han circundado el tema de la frontera política entre México y EE.UU. al retomar el espacio fronterizo desde la tradición paisajista.
“A mí me interesaba la frontera humana, digamos, la que fue trazada por el hombre, la frontera que ha ido fluctuando a lo largo del siglo XX. Me interesaba la frontera que es de la ciudad de Tijuana, digamos, o de San Diego a Ciudad Juárez y El Paso, Texas; toda esa zona es una frontera trazada por el hombre, me interesaba todo este territorio”, explicó.
La demarcación fronteriza emerge como una cicatriz en la topografía del terreno y en el tejido social de la región, en donde el tema de la frontera hoy adquiere candente relevancia.
“Era uno de los cuestionamientos que yo tenía cuando estaba haciendo el proyecto, no solamente es la frontera humana sino que también hay una migración de animales que está siendo afectada, perturba realmente a la flora y a la fauna, y con la posibilidad de construir el muro, yo creo que es absolutamente imposible porque el 90% de este territorio es un territorio abandonado, es un desierto al cual no se puede acceder.”
Frontera también celebra la tercera publicación monográfica del fotógrafo mexicano Pablo López Luz, quien ha dedicado gran parte de su práctica fotográfica a explorar el paisaje dentro de su contexto histórico y social.
“Subí a un helicóptero para hacer las fotografías y volé de ambos lados de la frontera, hay fotografías que son tomadas desde el lado de Estados Unidos y fotografías que son tomadas del lado de México y cuando hay una ciudad en la fotografía es muy difícil saber de qué largo del territorio estamos.”
Las fotografías de la publicación y exposición fueron realizadas sobrevolando el espacio aéreo de ambos países. Se llevaron a cabo cuatro vuelos distintos a bordo de un helicóptero cubriendo un total de 2 mil 083 kilómetros a una velocidad entre los 80 y 95 nudos y volando a una altitud entre los 300 y mil 676 metros sobre el nivel del mar.