Caracas, 19 jun (PL) La Organización de Estados Americanos (OEA) sigue hablando en inglés para frustración hoy de la mayoría de sus miembros, que bien entienden el idioma de Miguel de Cervantes.
Aunque hay diversidad en las naciones integrantes de ese foro, muchos hablan español, otros inglés, menos francés y portugués, pero hay evidencia que el timón de ese barco a la deriva lo tiene alguien que chapurrea el idioma de William Shakespeare.
Según denuncias escuchadas desde la 47° Asamblea General de la OEA en Cancún, México, evento enfilado contra Venezuela, en contra de la voluntad de la mayoría de su pueblo, el documento original que se presentó contra Caracas estaba escrito en inglés y justo durante la sesión se comenzó a realizar su traducción al español.
La manipulación hace que algunos se pregunten quién dirige la orquesta contra la patria del Libertador Simón Bolívar, algo que es un secreto a voces, pues es sabido que desde Washington se cursan las instrucciones para intentar ahogar a la Revolución Bolivariana.
No obstante, aun hay voces dignas en América Latina que exigen respeto a la integridad de los miembros de ese «ministerio de colonias», como fue calificado en algún momento del siglo XX.
El representante de Nicaragua en la entidad, Denis Moncada, exigió al organismo, en nombre de su país, que cese la obstaculización al diálogo en Venezuela.
Rechazamos esta reunión de consultas que atenta contra la soberanía de Venezuela, dijo, y demandó el cese de la manipulación idiomática, pues, por ejemplo, resaltó, Haití no recibió el texto en su propio idioma.
Más aun, el representante de El Salvador destacó que muchas naciones no conocían el texto de la resolución sobre Venezuela, algo lesivo a las normas internacionales y a la práctica diplomática tradicional.
No menos importante fue la declaración de Surinam, cuya representante toco un tema que no es del agrado del secretario general de la OEA, Luis Almagro, un diplomático uruguayo que se retiró en silencio de la misión diplomática de su país en Irán en 2006, hace algunos años.
La surinamés indicó que compete a los venezolanos resolver sus problemas de manera interna, promoviendo el diálogo como una parte fundamental para la solución pacífica de los conflictos.
Todo parece indicar que ese llamado no será escuchado, pues como dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, la OEA es una organización que «se resiste a atender el llamado de los pueblo».
Una vez más la representación bolivariana dejó en claro que Almagro fomenta la violencia en la nación bolivariana. «Violaciones desmesuradas vivimos por parte del señor Luis Almagro apenas asumió su gestión, a los 15 días, una fuerte agresión contra Venezuela, violentando todos los principios de institucionalidad, violando los principios del derecho internacional y de la carta del organismo», precisó la ministra.
Pero, volviendo al idioma, todas estas maniobras están dirigidas desde Estados Unidos, como bien lo reconoció el presidente de esa nación, Donald Trump, quien dijo que la OEA era el instrumento para intervenir a Venezuela, con un grupo de países de la región, vaya usted a saber si a estos les llegan las órdenes en inglés, algo muy probable.
La OEA sigue hablando en inglés
Por Luis Beaton