Washington, 20 jun (PL) Las armas de fuego provocan hoy más muertes de niños en Estados Unidos que la gripe o el asma, cuando se reportan anualmente unos mil 300 fallecimientos de infantes y adolescentes por esos artefactos.
Un reciente estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades arrojó que cada día en esta nación cerca de 3,5 menores de 18 años perecen a causa de tiros y otros 15,5 son tratados de emergencia por una herida de bala.
De 2012 a 2014, un promedio de mil 287 niños y adolescentes murieron cada año como resultado de las armas de fuego, concluyó el estudio publicado la víspera en el periódico Pediatrics.
Tal informe refirió que, según estudios internacionales, el 91 por ciento de los decesos de este tipo entre niños de países desarrollados ocurren en Estados Unidos.
Los hechos vinculados con tales artefactos son la tercera causa de fallecimiento entre los menores estadounidenses de uno a 17 años, al superar el número de casos por anomalías congénitas pediátricas, enfermedades cardíacas, influenza o neumonía, entre otras.
De acuerdo con la investigación, la mayoría de los casi mil 300 decesos anuales corresponde a niños de 13 a 15 años, y los homicidios representan el 53 por ciento de las muertes reportadas, con la mayor cantidad de víctimas entre infantes afronorteamericanos. Los estados con las tasas más altas de asesinatos por armas de fuego en esas edades se concentraron en gran parte del sur (Alabama, Florida, Georgia, Luisiana, Mississippi, Carolina del Sur y Tennessee).
También hubo números elevados en territorios del medio oeste (Illinois, Missouri, Michigan y Ohio), dos del oeste (California y Nevada), y tres del noreste (Connecticut, Maryland y Pensilvania).
El análisis también detectó un aumento alarmante en los suicidios, que de 2012 a 2014 representaron el 38 por ciento de las muertes, con los índices más altos en Montana, Idaho y Alaska.
Además de los fallecimientos, unos cinco mil 790 infantes y adolescentes son atendidos al año por heridas de bala, en una nación donde el debate sobre el control de armas enfrenta a diferentes grupos sociales y políticos con los productores y comercializadores de estos artefactos.
De acuerdo con el diario Los Angeles Times, diversos activistas temen que algunos avances obtenidos durante el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) puedan revertirse bajo el mandato de Donald Trump, quien recibió un fuerte respaldo de organizaciones que defienden el derecho a la portación de armas.