Quito, 22 jun (PL) El informático y periodista australiano Julian Assange, alertó hoy sobre la amenaza que representan grandes compañías dedicadas a Internet y a los dispositivos electrónicos, cuyo objetivo es convertirse en estados dentro de los estados.
En videoconferencia desde la sede de la embajada de Quito en Londres y con una audiencia reunida en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal) el ciberactivista advirtió de empresas como Google y Apple, que a su juicio buscan llegar a ser «superestados digitales».
Según precisó, esas instancias no ofrecen sus informaciones libres de costo a las agencias de inteligencia como la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), sino que las comercializan.
«Apple quiere encerrarse en su trabajo bajo sus propias leyes, con decisiones autónomas, sin que ninguna entidad del gobierno le pueda decir que decisiones tomar y definitivamente no gratis», recalcó.
Sobre esa empresa en particular, acotó que su presupuesto es muchas veces superior al de la CIA o la Agencia de Seguridad Nacional del país norteño.
«Pienso que se trata más de que Apple quiere convertirse en su propio estado, su propia potencia. Puede llegar a acuerdos con el Buró federal de Investigación (FBI) u otras organizaciones, pero no hacerlo gratis», insistió.
Asimismo, señaló que es un Internet puede ser instrumento para debate geopolítico y de cierta forma, también razón de conflictos en ese tema.
El intercambio en Ciespal formó parte de la II Jornada de Reflexión: Julian Assange, cinco años de Libertad Negada, en el cual participó además el abogado español Baltasar Garzón, director jurídico de su defensa.
Desde 2012, Assange se encuentra asilado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido y aunque Suecia archivó la causa en su contra por presuntos delitos sexuales, cuyos cargos nunca fueron formulados, Londres rehúsa concederle el salvoconducto solicitado por Quito para viajar a este país sudamericano.
Sus abogados siempre han defendido la tesis de que la idea es extraditarlo a Estados Unidos, donde podría ser procesado y condenado por los miles de documentos secretos y clasificados que su portal WikiLeaks mostró al mundo y aún publica.