Londres, 27 jun (PL) La contaminación ambiental reduce la producción de energía mediante paneles solares, incluso en países ubicados hoy en la vanguardia de las inversiones en fuentes renovables, indicaron expertos.
Un estudio de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, demostró que las partículas en el aire y su acumulación en las celdas solares disminuyen la capacidad de dichos enclaves, destacó este martes el sitio digital Energías Renovables.
Si bien la mayoría de la suciedad proviene del polvo, las partículas creadas por los contaminantes de origen humano, como el carbono por iones, son más pequeñas, provocan pérdidas superiores de energía y bloquean más la luz, precisó la pesquisa.
En las regiones que tienden a ser más áridas, como la Península Arábiga, el norte de la India y el este de China, se observaron pérdidas de energía de 17 a 25 por ciento con una limpieza mensual del equipamiento, dijo jefe del equipo de investigación.
Cuando las limpiezas se realizaron cada dos meses, las pérdidas de eficiencia de los paneles solares se incrementaron de 25 a 35 por ciento, agregó el profesor de ingeniería civil y medioambiental Michael Bergin, citado por la web.
«Las partículas artificiales son pequeñas y pegajosas, por lo que son mucho más difíciles de limpiar. Se podría pensar que la solución está en limpiar los paneles solares con más frecuencia, pero cuanto más se limpian mayor es el riesgo de dañarlos», aclaró.
De acuerdo con el informe, la Península Arábiga pierde más energía solar por el polvo que por los contaminantes artificiales, mientras que China y la India están más afectadas por esa segunda razón.
Al decir del académico, el asunto resulta más notable en China por el sensible incremento allí de las inversiones en energías renovables y el compromiso en particular con el fomento de las instalaciones solares.
«Siempre supimos que estos contaminantes eran malos para la salud humana y el cambio climático, pero ahora hemos demostrado lo malo que son para la energía solar también», comentó el investigador.
«Esto supone otra razón más para que los responsables de formular políticas en todo el mundo adopten controles de emisiones», opinó.