Washington, 27 jun (PL) La dirigencia republicana del Senado estadounidense decidió posponer hoy la votación sobre su proyecto de ley sanitaria hasta después del receso del 4 de julio, por el número de legisladores del partido que rechaza la propuesta.
«Continuaremos discutiendo internamente en nuestro grupo para resolver las diferencias. En consecuencia, no vamos a examinar la cuestión esta semana», expresó este martes el líder de la mayoría en la Cámara alta, Mitch McConnell.
Al menos cinco de los 52 republicanos que integran el órgano de 100 miembros anunciaron que no favorecerían el proyecto tal como está redactado, lo que llevó a McConnell a renunciar a la posibilidad de votar el asunto antes del descanso del 4 de julio, como era su intención.
«Creo que este es un paso importante. A decir verdad, yo no estaba lista para votar», manifestó la senadora Lisa Murkowski, republicana por Alaska, una de las críticas de la iniciativa, quien dijo desconocer si el partido rojo llegará a alcanzar el apoyo suficiente para avalarla.
El líder de la mayoría aseguró en una rueda de prensa que queda negociación por hacer para que muchos miembros de su formación «se sientan cómodos» con la reforma, y aseguró que no espera la participación de los demócratas porque «no están interesados».
«Vamos a hablar y ver lo que podemos hacer. Estamos muy cerca», manifestó luego el presidente Donald Trump durante un encuentro en la Casa Blanca con todos los senadores republicanos, poco después de que se anunciara el retraso de la votación.
El mandatario, quien hizo de la derogación de la normativa de salud actual, el Obamacare, una de sus principales promesas de campaña, sostuvo que sería genial aprobar la nueva propuesta. «Y si no podemos, será algo que no nos va a gustar, y no pasada nada».
Sin ningún demócrata para ayudar, y un Obamacare fallido, caro y peligroso, los republicanos están trabajando duro, manifestó el jefe de Estado en su cuenta de Twitter al término de esa reunión.
Las críticas de Trump contra la legislación vigente, y su defensa del proyecto presentado el jueves en la Cámara alta, chocan con los pronósticos difundidos ayer por la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Esa entidad no partidista estimó que, de aprobarse la iniciativa de la fuerza roja, 22 millones de personas perderán su cobertura médica para 2026.
La normativa del Senado, que el presidente quiere ratificar cuanto antes, incluye grandes recortes al programa Medicaid, dirigido a las personas de más bajos recursos, afecta a quienes tienen condiciones médicas preexistentes y elimina impuestos para los más ricos, entre otros polémicos aspectos.
Ante ese panorama, la decisión de retrasar la votación pondrá a los legisladores bajo una mayor presión de sus electores en los días venideros.