Santiago de Chile, 4 ago (PL) Nadie podrá decir que se trataba de la sempiterna Crónica de una muerte anunciada de García Márquez, pero seguramente Eduardo Galeano hubiese escrito enjundiosos artículos sobre el Traspaso del Siglo.
Al final ocurrió: Neymar Jr., el crack brasileño del fútbol está en París, pero no para disfrutar de la belleza de la Ciudad Luz. No únicamente, aunque con fanfarrias será presentado en la mismísima Torre Eiffel.
Si se trata de alimentar egos, pues mejor imposible. El virtuoso delantero hasta hace unos días del Barcelona FC, gran figura de la canarinha del gigante sudamericano, es hoy jugador del París Saint Germain.
Un cambio de club por la friolera de 222 millones de euros, multas o impuesto que pudieran elevar la cifra a 300 millones y encima, aseguran muchos «expertos», un salario de 30 millones de euros por temporada (firmó cinco).
O sea una operación de puros petrodólares con los dueños del PSG de Qatar sin asomos de miseria en sus chequeras. A nivel deportivo, no cabe duda de que la presencia de Neymar cambiará la ecuación del balompié europeo de clubes.
Es para muchos uno de los tres mejores del mundo, junto con el argentino Lionel Messi (Barcelona) y el portugués Cristiano Ronaldo (Real Madrid). Y será el gran protagonista del elenco parisino.
Las motivaciones del jugador no son aparentemente por cuestiones de dinero, aunque 30 millones de euros anuales tampoco es cualquier cosa. Es decir ganará alrededor de 80 mil euros diarios.
Todo indica que el brasileño tiene ambiciones de ser la máxima figura del orbe y consideró que a la sombra de Messi jamás iba a lograrlo. Puede que no lo consiga nunca, pero lo va a intentar.
Los guarismos totales, que en dólares superan ampliamente los 300 millones, se antojarían obscenos para muchos pueblos que sufren hambre, miseria y carecen de servicios básicos de salud. Sin embargo, el tema no es prioridad de momento.
Barcelona FC y la Liga Española en general, reaccionaron furiosos, apelarán al Fair Play en un reclamo a la UEFA y si es necesario llevarán el caso a la FIFA y al Tribunal de Arbitraje.
La telenovela Neymar apenas está comenzando. La justicia tendrá protagonismo en los próximos meses y tal vez años.
Empero, los pasajes de antagonismos y críticas si bien ocuparán escenarios preponderantes no serán los únicos. Desde Francia, el traspaso del siglo se ha convertido en suceso nacional.
A tal punto que el Palacio del Elíseo, con su presidente a la cabeza, Emmanuel Macron, personalidades del jet-set y hombres de negocios, se frotan las manos con la imagen favorable para la capital gala por la llegada de Neymar.
Un noticia que se suma a la confirmación esta semana de que París será la sede de los Juegos Olímpicos de 2024, ante la decisión de Los Angeles de quedarse con la cita cuatrienal de 2028.
Planeta fútbol: Neymar en París, catalanes furiosos
Por Fausto Triana