Brasilia, 18 ago (PL) Brasil se hundió y está sin rumbo, sostuvo hoy el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en una entrevista con la radio Metrópole, de Salvador de Bahía, donde la víspera inició la denominada Caravana de la Esperanza.
Con el golpe (contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff) colocaron a (Michel) Temer con la promesa de «salvar a Brasil» y hoy el país no tiene credibilidad económica, ni política; todos los días anuncian un corte y siempre encima de los trabajadores, deploró.
Interrogado acerca de la persecución de que es objeto por parte de los fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato y la Policía Federal, el fundador de Partido de los Trabajadores (PT) explico que, según articulistas políticos, el propósito de estos es impedir su participación en la contienda presidencial en 2018.
Ellos saben que si vuelvo en 2018 voy a regresar con más fuerza, y que soy capaz de montar un equipo e involucrar a la sociedad brasileña para resolver los problemas y reconquistar la credibilidad de este país, remarcó.
El ex dignatario insistió en que la fuerza de tarea de Lava Jato «está actuando como un partido político» y esclavos de la red Globo, y denunció que estos construyeron una gran mentira, según la cual el PT era una organización delictiva y Lula, como era la figura más famosa, el jefe.
«Por tanto, todo lo que hizo Lula durante su gobierno fue para robar», sentenció el ex gobernante e insistió en que «esa tesis no se sustenta y ahora no tienen cómo salir de las mentiras que contaron».
En otro tramo de la entrevista, el ex mandatario dijo sentirse amargado de ver la situación en que está hoy Brasil, con más de 14 millones de desempleados y sumido en una profunda crisis económica, y recordó que cuando Dilma ganó las elecciones en 2014 el índice de desempleo era de apenas 4,5 por ciento, el más bajo de la historia.
Para arreglar este país es necesario que el pueblo vuelva a participar del mercado, dijo y añadió que para que la economía crezca hay que invertir en infraestructura.
Yo ya probé lo que es posible hacer en Brasil y también que el pobre no es el problema, sino la solución, subrayó.
Lula comenzó ayer en Salvador de Bahía un recorrido por nueve estados del Nordeste del país que se extenderá hasta el próximo 5 de septiembre y cuyo propósito, según sus propias palabras, es «oír al pueblo, saber cómo se está sintiendo y como está siendo tratado».
El proyecto «Lula por Brasil», ideado por el PT, pretende escrutar la realidad del país en el contexto de las grandes transformaciones legadas por los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, y también constatar el desmonte de los programas y políticas públicas de desarrollo e inclusión social acometido por el golpista Michel Temer.