Washington, 8 sep (PL) Científicos descubrieron que la hormona del estrés ayuda a superar un trauma momentáneamente, pero activa un gen capaz de ocasionar problemas físicos o psicológicos a largo plazo, indicó hoy un estudio de la revista Biological Psychiatry.
Según los autores, la investigación abre la puerta a hallar tratamientos para enfermedades tras sufrir una vivencia dolorosa.
Los científicos descubrieron que la hormona del estrés, un glucocorticoide, devuelve sus funciones al gen Ppmf1 (Proteína fosfatasa 1f), el cual se altera tras una situación dolorosa y está relacionado con la aparición del trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad.
Los tratamientos preventivos actuales basados en apoyo psicológico y fármacos son efectivos en algunos casos, pero no para la mayoría de personas, indicaron los expertos.
Con su investigación en ratones y humanos, el equipo puso de manifiesto que la expresión del gen Ppm1f es una de las alteraciones posteriores a la exposición a estrés traumático y que, además, ese gen está relacionado con la aparición de trastornos posteriores.
La principal función de dicho eslabón genético es regular la actividad de una proteína Camk2 (Calcio calmodulina quinasa 2), fundamental para procesos básicos del cuerpo como la memoria, el funcionamiento del corazón y las defensas inmunitarias.
En conclusión, los científicos apuestan por administrar una dosis de la hormona del estrés a las personas que acaban de estar en una situación traumática como un accidente, una violación o la guerra.
«Hasta ahora ese glucocorticoide se ha aplicado en muy pocos casos en humanos y nuestro hallazgo abre la puerta a emplearlo de manera más amplia y desarrollar tratamientos específicamente dirigidos a regular las funciones del gen Ppmf1», añadieron los especialistas.