México, 30 sep (PL) Los movimientos provocados por el terremoto de 7,1 grado que afectó el centro de México, fueron muy violentos y comparables a los del seísmo del 1985, aseguran hoy especialistas del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según los expertos el temblor del 19 de este mes fue variable en diversas zonas de la capital del país y afectó de manera distinta a los inmuebles; la frecuencia de las ondas, su amplitud y duración provocaron daños catastróficos.
Precisan que las edificaciones relativamente pequeñas, de entre cuatro y siete pisos, en esta ocasión fueron las que más afectaciones presentan, mientras en 1985 las más altas.
El texto advierte que el reglamento de construcción para la Ciudad de México no exige que las edificaciones antiguas sean reforzadas para resistir las fuerzas (sísmicas) especificadas en las normas emitidas después de su fecha de construcción.
Sobre este aspecto funcionarios gubernamentales reconocen que actualmente no hay forma de obligar a los dueños a mejorar la protección de sus instalaciones, a esto se agrega la falta de cumplimiento de las normas especificadas anti-sísmicas.
De acuerdo con el estudio de no establecerse normas y severas leyes para preservar las edificaciones la Ciudad de México se exponen a un catastrófico futuro.
Advierten que, en caso de un terremoto de grandes dimensiones proveniente de la costa de Guerrero, en el Pacífico mexicano, la aceleración del suelo blando de la capital podría ser mucho mayor al actual seísmo.
Especialistas en sismología calculan que un movimiento de más de ocho grados proveniente de la Brecha de Guerrero podría tener una duración mayor que la experimentada por el de 7,1 grados (alrededor de tres minutos en su fase intensa.