Moscú, 1 oct(PL)Los intereses de Rusia y Estados Unidos, finalmente, parecen chocar en Siria, tanto en el frente político como en el militar, con peligro que la chispa de la discordia provoque un fuego nada favorable para la estabilidad mundial.
Rusia actúa con el beneplácito de Damasco contra los grupos terroristas, mientras Estados Unidos y sus aliados lo hacen de forma ilegítima y con el cada vez menos creíble propósito de combatir a las formaciones extremistas en el país levantino.
De ello dan fe las denuncias del Estado Mayor (EE.MM) de las Fuerzas Armadas rusas sobre el apoyo del Pentágono al llamado Ejército Democrático Sirio (EDS), integrado en su mayoría por kurdos y considerado por Occidente como la oposición moderada.
El jefe de la Dirección Principal del EE.MM. ruso, Serguei Rudtskoi, indicó que los servicios de inteligencia estadounidenses instigaron una reciente ofensiva del grupo extremista Jabhat An Nusra en la zona de distensión de Idlib.
Rusia, Turquía e Irán crearon cuatro zonas de distensión para respaldar el régimen de alto el fuego en Siria, pactado el 30 de diciembre pasado, del cual fueron excluidos los terroristas.
El vocero del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, denunció que la ofensiva del ejército sirio y de comandos especiales rusos en Deir-Ezzor la dificultan el EDS y oficiales norteamericanos.
Al respecto, el diario Nezavisimaya Gazeta señala que el mando militar estadounidense envió una caravana de 120 camiones con armamentos y puentes plegables para apoyar el paso del EDS a la orilla occidental del Éufrates, controlada por tropas sirias.
Los miembros del EDS, respaldados por el Pentágono, se disponen a tomar una parte de la zona oriental de la provincia de Deir-Ezzor, hasta la ciudad de Abu-Kamel. La zona cuenta con gran parte de los yacimientos petroleros y de gas de Siria.
Konashenkov advirtió a la jefatura militar norteamericana que cualquier intento de ataque desde posiciones del EDS, en Deir-Ezzor, tendrá la merecida respuesta con todos los medios bélicos posibles del ejército sirio y las fuerzas rusas.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, se mostró más optimista, tras reunirse en la ONU con su similar estadounidense, Rex Tillerson, al asegurar que ambos países coordinan acciones para evitar incidentes en Deir-Ezzor y Raqqa.
Tampoco podemos decir que Estados Unidos sea un huésped deseado en Siria, aunque no podemos dejar de reconocer su presencia en el país levantino, afirmó.
En lugar de combatir al movimiento terrorista Estado Islámico (EI) en Raqqa, considerada la «capital» de ese grupo, el Pentágono le brinda ayuda médica, mientras el EDS se concentra en Deir-Ezzor, denunció en su momento Konashenkov.
La prensa local comenta que Washington muestra con mejor claridad sus verdaderos propósitos al anunciar su entrada en la confrontación siria, cuando todo parece indicar que intenta asegurar el control sobre áreas petroleras donde está el EDS. Pero en el camino para lograr ese objetivo, choca con la presencia militar legítima de Rusia en suelo sirio, donde ya actúa, tanto con la aviación como con tropas especiales, batallones formados en el Cáucaso norte y la policía militar.
En medio del carácter crispado de los nexos bilaterales, con independencia de los encuentros frecuentes de Lavrov y Tillerson, Estados Unidos y Rusia enfrentan cada vez más el peligro de un choque bélico directo en Siria que nadie quisiera.(Tomado de Semanario Orbe)
El peligro de la chispa en Siria
Por Antonio Rondón