Washington, 3 oct (PL) El tiroteo más mortífero en la historia estadounidense trajo consigo nuevos enfrentamientos entre quienes demandan hoy un mayor control de la posesión de armas y quienes niegan que este sea el momento para hablar de tales artefactos.
Un total de 59 muertos y 527 heridos es el saldo de la matanza ocurrida el domingo en la ciudad de Las Vegas, donde un hombre considerado hasta el momento un pistolero solitario disparó desde el hotel Mandalay Bay contra una multitud de 22 mil espectadores reunidos en un concierto de música country.
La tragedia conmocionó al país, generó mensajes de condolencias de líderes mundiales, llevó al presidente Donald Trump a ordenar que las banderas ondearan a media asta y despertó gran solidaridad en Las Vegas, donde miles de personas hicieron largas filas para donar su sangre.
Pero como sucede siempre que se reportan hechos de este tipo, se alzaron las voces de quienes exigen una mayor restricción de la posesión de armas.
«¿Cuánto tiempo dejamos que la violencia armada destruya a las familias? Suficiente. El Congreso y la Casa Blanca deberían actuar ahora para salvar vidas. No hay excusa para la inacción», escribió en Twitter el ex vicepresidente Joe Biden.
La senadora demócrata Elizabeth Warren (Massachusetts) consideró que tragedias como la de Las Vegas han pasado demasiadas veces. «Necesitamos tener una conversación sobre cómo detener la violencia armada. Lo necesitamos ahora».
Jim Himes, congresista del partido azul por Connecticut, manifestó que los miembros del legislativo «tenemos sangre en nuestras manos» hasta que se tomen medidas para prevenir actos futuros.
«Después del tiroteo el año pasado en el club nocturno de Pulse, en Orlando, rechacé al Congreso por su inacción continuada frente a un derramamiento de sangre sin fin, no solo en los disparos masivos, sino en la incesante violencia que acosa a decenas de miles de estadounidenses cada año», apuntó.
Una de las personas que se pronunció sobre el tema fue el guitarrista Caleb Keeter, de la banda de Josh Abbott, participante en el festival de música country que fue escenario de los hechos.
«He sido un defensor de la segunda enmienda toda mi vida. Hasta los acontecimientos de anoche. No puedo expresar lo equivocado que estaba», señaló el artista en Twitter en referencia al apartado constitucional que da derecho a portar armamento.
Tales opiniones se encontraron con el rechazo de los defensores de la posesión de armas en el país de 323 millones de habitantes, donde se calcula que existen más de 300 millones de esos artefactos, aunque para algunas fuentes la cifra es mucho mayor.
Preguntada sobre la cuestión, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, respondió a los medios: «Pienso que habrá tiempo para que se lleve a cabo esa discusión política, pero ese no es el lugar en el que nos encontramos ahora».
Otras figuras, como el senador republicano por Texas John Cornyn, acusaron a los demócratas de politizar la matanza para insistir en el asunto.
«A todos aquellos oportunistas políticos que están aprovechando la tragedia en Las Vegas para pedir más regulación de armas, no se puede regular el mal», sostuvo el gobernador de Kentucky, Matt Bevin.
Pero las cifras parecen contradecir al gobernante estatal, porque datos difundidos por varios medios de prensa mostraron que los norteamericanos presentan 10 veces más probabilidades de ser asesinados por esa vía que las personas de otros países desarrollados.
Ello podría explicarse por el hecho de que esta nación, con menos del cinco por ciento de la población mundial, tiene el 42 por ciento de las armas de fuego del orbe, según datos del portal digital Vox.
A pesar de quienes abogan por las restricciones y de las cifras que los respaldan, se cree improbable que lo sucedido en la conocida urbe del estado de Nevada lleve a cambios significativos en las leyes existentes en el país.
Muchos miembros del partido rojo creen sinceramente que su postura en la materia es fundamental para el carácter de Estados Unidos, mientras la Asociación Nacional del Rifle mantiene un papel dominante en la política republicana, señaló la cadena CNN.
La televisora agregó que el asunto también es complejo para los demócratas del Senado que se enfrentan a la reelección el próximo año en estados tradicionalmente republicanos.
«Cuando un avión se estrella, hablamos inmediatamente de la seguridad del avión. Cuando un puente se derrumba, discutimos de infraestructura. Parece que hacemos todo lo posible para evitar debatir sobre armas de fuego», expresó anoche el comediante y presentador de televisión Trevor Noah.
Si dices que después de un tiroteo en masa no es el momento para hablar del control de armas, entonces nunca tendrás esa conversación en Estados Unidos, porque hay un tiroteo en masa casi todos los días. Entonces, ¿cuándo es el momento?, cuestionó en su programa The Daily Show.
Cifras difundidas ayer por el diario The New York Times respaldan la afirmación de Noah sobre la frecuencia de esos hechos: desde el 12 de junio de 2016, cuando ocurrió la masacre en Orlando, se registraron en el país 521 tiroteos masivos.
Debate sobre armas de fuego en EE.UU., ahora o ¿nunca?
Por Martha Andrés Román