Washington, 16 nov (PL) Ballenas y delfines viven en grupos sociales muy unidos, hablan entre sí e, incluso, tienen dialectos regionales, señala un estudio publicado hoy sobre el comportamiento de estos cetáceos y el tamaño de sus cerebros.
Publicada en Nature Ecology & Evolution, la investigación es la primera de su tipo en crear un gran conjunto de datos sobre el tamaño del cerebro de los cetáceos y los comportamientos sociales.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo agrupó información sobre 90 especies diferentes de delfines, ballenas y marsopas. Los cetáceos tienen rasgos sofisticados de comportamiento social y cooperativo, similares a muchos encontrados en la cultura humana, destacan.
Estas características sociales y culturales están relacionadas con el tamaño del cerebro y su expansión, también conocida como encefalización, subrayan en su artículo.
Para los científicos, existen muchos rasgos compartidos con humanos y otros primates como relaciones de alianza complejas, es decir, trabajar juntos para beneficio mutuo o transferencia social de técnicas de caza.
Presentan vocalizaciones complejas como los dialectos de grupos regionales que «hablan» entre sí; la cooperación interespecífica con seres humanos y otras especies y cuidar de crías que no son suyos y el juego social.
Según Susanne Shultz, bióloga evolutiva de la Escuela de Ciencias Ambientales y de la Tierra de Manchester, en Reino Unido, la capacidad de interactuar socialmente y cultivar las relaciones como humanos nos ha permitido colonizar casi todos los ecosistemas y el medio ambiente del planeta.
Sabemos que los delfines y las ballenas tienen cerebros grandes y anatómicamente sofisticados y, por lo tanto, han creado una cultura similar basada en el mar.
Esto significa que la aparente coevolución del cerebro, la estructura social y la riqueza conductual de los mamíferos marinos proporciona un paralelismo único y llamativo con los grandes cerebros y la hipersocialidad de los humanos y otros primates en la tierra.