Por Karen Rivera
Ondin, es un niño pescador que asombrado por la inmensidad del mar, repentinamente se transforma en pez, esta conversión le permitirá realizar un viaje a las profundidades del territorio donde habitan los pulpos y tiburones. Ondin invitó a los niños del Festival Internacional Cervantino que asistieron al Auditorio de Minas a participar en su travesía.
“La idea del espectáculo Ondin, su historia, establece una relación con el mar y los elementos. Me he inspirado en la mitología griega, en la mitología nórdica también. Son historias del mar, que es un ser mágico y que permite una transformación. La historia de Ondin es la de un pescador que va a transformarse, gracias al mar, en pez, mitad pez y mitad muchacho”, describió Sabrina Barán, directora de Ondin.
Esta marioneta mitad pez, mitad humano, está construida con tela, madera y elementos marítimos. Acompañado por música en vivo, como flautas y violines, así como por el sonido del viento, Ondin navegará hasta encontrar a una niña que lo motivará a regresar a tierra.
“El mar de nuestro espectáculo es en marioneta, pero también todos los elementos que se encuentran en nuestra escenografía se inspiran en el mar que es cercana a mí en Montreal, que está a orillas del San Lorenzo y si se continúa por el río se puede llegar hasta un lugar muy bello en Quebec, La Gaspesie. Fuimos allá para inspirarnos y para encontrar los elementos de la escenografía de las marionetas, Ondin tiene unos pequeños lentes que están hechos con erizos”.
Sabrina Barán, directora y autora de la obra, presentó este espectáculo de la compañía canadiense La ilusión, teatro de marionetas, con la misión de invitar a una reflexión sobre la relación del ser humano con los otros seres vivos que habitan la Tierra.
Fuente: N22