Washington, 22 dic (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, completó hoy la primera gran victoria legislativa de su administración al ratificar como ley la reforma fiscal y el recorte de impuestos que el Congreso aprobó esta semana.
El mandatario firmó el documento en una inusual ceremonia de último minuto, en la cual reiteró su defensa de la importancia de esta medida, mencionó algunas partes de su contenido y agradeció a compañías que, según él, ya están haciendo grandes inversiones en el país gracias a la normativa.
De acuerdo con el gobernante republicano, iba a esperar hasta los primeros días de enero para realizar una gran ceremonia y rubricar en ese momento la legislación, pero escuchó esta mañana a las cadenas noticiosas cuestionar si cumpliría su promesa de tenerla lista antes de Navidad, y por eso decidió hacerlo hoy mismo. «Firmaré el mayor proyecto de ley de reforma y reducción de impuestos en 30 minutos en la Oficina Oval. También firmaré un proyecto muy necesario de defensa antimisiles de cuatro mil millones de dólares», anunció Trump esta mañana en Twitter antes de ratificar esos documentos.
Con la última parte de ese tuit hizo alusión al proyecto provisional de gastos aprobado ayer en el Congreso, el cual contiene poco más de 4,6 mil millones de dólares para programas de defensa antimisiles y para reparar destructores de la Marina dañados en colisiones el último verano.
El mandatario, quien este viernes se dirigirá a su residencia de Mar-A-Lago, Florida, para pasar las festividades de fin de año, se ha referido a los cambios fiscales de los republicanos como el mayor recorte de impuestos en la historia del país.
Sin embargo, aunque la medida es la primera revisión importante de las leyes tributarias de la nación desde 1986, medios locales señalan que está lejos de constituir la más grande rebaja de impuestos.
De acuerdo con el diario The Washington Post, si se toma en cuenta el tamaño de los recortes tributarios en sus primeros dos años en comparación con el de la economía, la actual ley representa quizás la cuarta o quinta reducción más grande de la nación.
La iniciativa fiscal recorta los gravámenes de las empresas del 35 por ciento actual a 21 por ciento, y también rebaja las tasas de la mayoría de las personas.
En el corto plazo serán los individuos quienes sientan más el efecto de las disminuciones de impuestos.
Pero en el largo plazo esa tendencia se revierte, pues los beneficios que recibirán los estadounidenses expiran en 2025, a menos que el Congreso realice nuevas votaciones al respecto y decida mantenerlos, mientras las rebajas de las corporaciones sí serán permanentes.
Al mismo tiempo, a la reforma se le critica que causará un incrementó de 1,5 billones (millones de millones) de dólares en el déficit del país, y aunque los republicanos aseguran que eso se verá compensado por el crecimiento económico, algunos estudios sobre el tema refutan ese argumento.