París, 11 ene (PL) En medio del debate mundial en torno a los escándalos y denuncias de acoso sexual en Hollywood, Francia aporta nuevas reflexiones con una intensa discusión en torno a los límites entre la seducción y el acoso.
Todo comenzó el martes último con una declaración publicada en el rotativo Le Monde con el título «Defendemos la libertad de importunar, indispensable para la libertad sexual», firmada por 100 personalidades como la actriz Catherine Deveune y la crítica de arte Catherine Millet.
«La violación es un delito. Pero la seducción insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista», defienden las firmantes en un texto que de inmediato levantó revuelo en esta nación europea.
La declaración cuestiona el rumbo tomado por las campañas mundiales de denuncia del acoso sexual, surgidas a partir del caso del productor de cine estadounidense Harvey Weinstein, y alertó que se corre el riesgo de «retornar a un puritanismo».
«Como mujeres no nos reconocemos en este feminismo, que más allá de denunciar el abuso del poder se transforma en odio a los hombres y a la sexualidad. Pensamos que la libertad de decir no a una proposición sexual corre pareja a la libertad de importunar, sin encerrarse en el papel de víctimas», indicaron las autoras.
Tales planteamientos generaron una ola de reacciones en todo el país, con un notable eco internacional, en un tema que cada vez moviliza a más actores sociales en el orbe.
En este sentido algunos expresaron su acuerdo en lo referido a no confundir la seducción con el acoso, pero la mayor parte de las réplicas emergen como un cuestionamiento fuerte a los argumentos y la forma en que quedaron expuestos.
En declaraciones a la cadena de noticias France Info, la filósofa e historiadora francesa Geneviève Fraisse lamentó que el texto plantea el problema tal como se hacía hace 200 años, con la falsa idea de que cada avance feminista va a implicar una destrucción de las relaciones entre los dos sexos.
«He vivido demasiados momentos feministas desde la década de 1970 como para creer en esta historia», sostuvo la especialista, quien estimó que lo más importante son las consecuencias políticas que está teniendo el movimiento de denuncias a nivel internacional.
Una crítica similar llegó de un grupo de feministas encabezado por la reconocida activista Caroline de Hass.
«Tan pronto como la igualdad avanza, incluso medio milímetro, las almas buenas inmediatamente nos alertan sobre el hecho de que correría el riesgo de caer en exceso», indicaron irónicamente en un texto divulgado ayer.
Tras instar a las celebridades a no usar su visibilidad mediática para «banalizar la violencia sexual» y despreciar «el hecho de que millones de mujeres sufren o han sufrido este tipo de violencia», las activistas recordaron que algunas de las personalidades firmantes en Le Monde tienen un historial de defensa de pederastas.
Así se refirieron a unas palabras de Deneuve del año pasado, cuando afirmó que le parecía un exceso usar el término de violación en el caso del cineasta Roman Polanski, acusado de abusar sexualmente de menores de edad.
En el debate francés también intervinieron figuras del Ejecutivo galo como la secretaria de Estado para la Igualdad entre los hombres y las mujeres, Marlene Schiappa, quien estimó que el texto incluye «elementos impactantes, incluso algunos falsos».
«No es posible decir que eventualmente, en algunos casos, una agresión sexual puede ser considerada un delito», afirmó la representante gubernamental, y agregó que en estos temas «hay que decir lo correcto».
De su lado, la exministra para los Derechos de las Mujeres Laurence Rossignol señaló que defender la «libertad de los hombres de importunar» es «una bofetada a todas las mujeres que denuncian la realidad sobre la depredación sexual».
Más allá de la polémica en torno a los límites entre la seducción y acoso, muchos defienden que lo verdaderamente importante es actuar por las víctimas.
«En Francia, todos los días, cientos de miles de mujeres son víctimas de acoso. Decenas de miles de agresiones sexuales. Y cientos de violaciones. Todos los días», enfatizó el grupo de feministas.
¿Seducción o acoso? polémica en Francia en medio de un debate mundial
Por Luisa María González