Washington, 3 feb (PL) Más de 50 mil armas de fuego estadounidenses fueron recuperadas en investigaciones criminales de 15 países entre 2014 y 2017, refleja un estudio publicado hoy por el Centro para el Progreso Americano.
El informe, titulado «Más allá de nuestras fronteras: Cómo la débil regulación de armas de Estados Unidos contribuye al crimen violento en el extranjero», describe la actividad criminal de una quincena de países de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe donde se recolectaron un total de 50 mil 133 armas de fuego.
La nación norteña se consolida como una de las grandes exportadoras de armas a nivel mundial con una media de casi 300 mil vendidas a otros países cada año, muchas de ellas exportadas legalmente, pero al cruzar las fronteras se conciben para el crimen.
El texto pone el foco en los vacíos legales y la debilidad de las normas estadounidenses en esta materia que contribuyen al tráfico ilegal de armas en su territorio, y también favorece a que este se de más allá de sus límites en Estados cercanos.
Con el objetivo de revertir esta situación, el centro de pensamiento progresista propone en el informe la aplicación de algunos mecanismos como establecer revisiones universales y obligatorias del historial de la persona que quiera adquirir un arma.
No obstante, al interior de Estados Unidos se reporta anualmente la muerte de alrededor de 33 mil 880 personas por disparos de armas de fuego, lo que equivale a un promedio de 93 ciudadanos fallecidos diariamente, según datos de la Campaña Brady.
Sin embargo, ninguna de las masacres de los últimos años logró alterar lo suficiente la fibra nacional para propiciar el consenso de realizar reformas ambiciosas que controlen el acceso de los habitantes a pistolas y rifles, cuyo uso está amparado por la Constitución.