Londres, 11 may (PL) Las contradictorias opiniones de los especialistas económicos sobre las criptomonedas tienen hoy su principal atención en el bitcoin, a la sazón la más mencionada.
La explosión en 2017 del precio del bitcoin, la moneda virtual cuya cotización llegó a multiplicarse por 10 el año pasado, desató los comentarios críticos entre los grandes centros financieros.
En esa cuerda los bancos, sobre todo de Estados Unidos, acogieron el fenómeno con mucho escepticismo y cautela.
De ahí que el consejero delegado del JPMorgan, Jamie Dimon, calificara esa moneda de fraude, mientras en el mundo perfilan que las finanzas digitales pueden apropiarse del panorama en breve tiempo.
La clave radica en que las criptomonedas pueden burlar el monopolio de los principales bancos centrales del orbe.
El valor del bitcoin rondaba entonces los cuatro mil 200 dólares, frente a los 250 dólares a los que cotizaba en 2015.
Por su parte, el fundador del fondo Vanguard, Jack Bogle, aseguró que hay que evitar el bitcoin «como si fuera una plaga».
Por demás, el consejero delegado de Morgan Stanley, James Gorman, declaró a esta moneda una moda pasajera. La cotización de la cibermoneda se introdujo en los mercados de futuros de Chicago a finales del año pasado.
El bitcoin alcanzó su máximo valor en 19 mil dólares en diciembre de 2017, para caer posteriormente de manera sostenida por debajo de los siete mil dólares.
Su desplome tranquilizó a los líderes de Wall Street, pero la repentina subida que experimenta de nuevo la cibermoneda desata las alarmas.
El bitcoin se revalorizó más de un treinta por ciento en el último mes, y se cambia hoy de nuevo por encima de los nueve mil dólares.
Ello ocurre, pese a las advertencias del presidente del conglomerado Berkshire Hathaway, Warren Buffett, e incluso del fundador de Microsoft Bill Gates.