Santiago de Chile, 11 jun (PL) La adaptación al cambio climático con propuestas de vinos de cepas menos tradicionales es una de las estrategias de Santa Carolina, una de las viñas más antiguas de Chile con 143 años de existencia.
Fundada en 1875 por Luis Pereira, quien bautizó los vinos en honor a su esposa Carolina Iñiguez, exporta alrededor de 3,5 millones de cajas de nueve litros a más de 90 países, con foco en los mercados de Brasil, Canadá, China, México, Japón y Estados Unidos.
En diálogo con Prensa Latina, Christel Luttecke, gerente de Comunicaciones de la empresa, explicó que Santa Carolina es parte de Carolina Wine Brands, que además de su nombre insignia, incluye Viña Casablanca y Finca el Origen en Argentina.
Además de los destinos mencionados, más de 20 países de Europa son también receptores de producciones de esta emblemática viña, de importante contribución a las ventas de unos dos mil millones de dólares que generó la industria chilena en 2017.
Uno de los contrasentidos del dominio es el bajo consumo en la nación austral, poco más de 14 litros por persona al año.
Para dar respuesta a esa tendencia, con la idea de un consumo responsable, Angélica Valenzuela, directora Comercial de Vinos de Chile, junto con su equipo de trabajo, ha lanzado una serie de iniciativas, tanto aquí como en el extranjero.
Precisamente, en esa línea Christel Luttecke indicó a Prensa Latina que las ventas de Santa Carolina constituyen el apenas del 10 por ciento del total producido. El resto va al exterior.
«Tenemos los mejores vinos de los mejores valles. En más de mil hectáreas distribuidas Estamos presentes en los Valles de Maipo, Rapel, Maule, Itata, Leyda y Casablanca, donde se realiza un minucioso proceso para dar con la uva perfecta», apuntó.
Jimena Baldic, una de las enólogas de Viña Santa Carolina, compartió con algunos corresponsales la degustación de un Petit Verdot, una cepa que habitualmente se usa para mezclas y, que sin embargo, ofrece una grata experiencia.
Specialties Red Blend es la idea de los enólogos para sorprender a sus clientes con apuestas además de cepas olvidadas o menos conocidas como Mouverdre y Carignan, o incluso otras españolas como Tempranillo.
Santa Carolina, vinos de Chile con nombre de mujer
Por Fausto Triana