Naciones Unidas, 19 jun (PL) El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) criticó hoy con fuerza la actual política de Estados Unidos de separar a los niños migrantes de sus padres y mantener encerrados a los menores de edad.
Desde octubre del año pasado, cientos de niños centroamericanos han sido detenidos en la frontera y separados de sus familias, lo cual supone un trauma para ellos y los hace mucho más vulnerables a la explotación y los abusos, alertó este martes la Unicef.
El bienestar de los más pequeños debe constituir la prioridad y Estados Unidos necesita tener en cuenta esta premisa a la hora de aplicar sus leyes migratorias, indicó esa agencia de la ONU.
Unicef también denunció que cerca de 30 millones de niños se encuentran desplazados debido a situaciones de conflicto, lo cual representa la tasa más alta de los últimos 50 años.
De ellos, cerca de 300 mil viajan separados de sus familias, exponiéndose a riesgos aún mayores. De acuerdo con datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, uno de cada 110 individuos en el mundo es un desplazado.
«Los niños desarraigados, ya sean refugiados, solicitantes de asilo o desplazados internos, se enfrentan a graves riesgos de salud y seguridad, así como a importantes barreras que limitan el acceso a los servicios que necesitan para prosperar», apuntó Unicef.
El fondo para la infancia enfatizó en que los niños necesitan «esperanza, oportunidades y protección».
La víspera, el secretario general de la ONU, António Guterres, rechazó la separación de los niños migrantes de sus padres y destacó la necesidad de preservar la unidad familiar.
Como cuestión de principio, el máximo representante de Naciones Unidas cree que los refugiados y los migrantes siempre deben ser tratados con respeto y dignidad, y de conformidad con el derecho internacional vigente.
Hasta la fecha, las autoridades estadounidenses han separado a cerca de dos mil niños de sus familias: estos menores, en su mayoría centroamericanos, son castigados porque sus padres entraron sin documentos a ese país, denunció el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein.