Bruselas, 22 jun (PL) Aranceles por dos mil 800 millones de euros entraron en vigor hoy como respuesta de la Unión Europea (UE) a Estados Unidos por el alza de tarifas aduaneras para las importaciones de acero y aluminio.
Según el ejecutivo de la UE, la reacción contra Washington resulta proporcional a los perjuicios y está en concordancia con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El pasado 18 de mayo, Bruselas presentó ante la OMC la lista de productos norteamericanos sujetos a aranceles adicionales, entre ellos productos agrícolas, ropa, calzado, maquillaje, puros, cigarrillos y bebidas alcohólicas.
«No queríamos estar en esta posición. Sin embargo, la decisión unilateral e injustificada de Estados Unidos de imponer aranceles al acero y aluminio europeos significa que no tenemos otra opción», afirmó esta semana la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
De acuerdo con la Comisión Europea, los Estados miembros del bloque manifestaron su «apoyo unánime», pues las pérdidas económicas por los gravámenes de Washington podrían ascender a unos seis mil 400 millones de euros.
Por tanto, la UE prevé futuras medidas por alrededor de tres mil 600 millones de dólares, cuya aplicación dependerá de los pronunciamientos de la OMC y del mantenimiento de las represalias norteamericanas contra el acero y el aluminio europeos.
Para esta primera reacción, el organismo aprobó aranceles adicionales del 25 por ciento para la mayoría de los artículos norteamericanos incluidos en una primera lista, pero considera la posibilidad de porcentajes superiores en el futuro.
Aunque la decisión de la UE resulta mesurada, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó hoy con imponer nuevas represalias si la agrupación regional no levanta las sanciones puestas en práctica este viernes.
«Impondremos un arancel de 20 por ciento a todos los automóviles que lleguen a Estados Unidos que hayan sido construidos allí», tuiteó el jefe de la Casa Blanca.
A principios de junio, México puso en vigor subidas arancelarias como respuesta a las decisiones de Trump y Canadá prevé hacer lo mismo el próximo mes.
Instituciones internacionales como la OMC consideran que el incremento de las tensiones podrían conducir a una guerra comercial de alcance global, cuyas consecuencias serían perjudiciales para todos los países.