París, 23 jun (PL) Francia y España propusieron hoy crear en Europa centros seguros para el desembarco de buques de migrantes, desde los cuales se gestionarían las demandas de asilo y la repartición por las diferentes naciones.
Así lo detallaron este sábado el presidente galo, Emmanuel Macron, y el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, en conferencia de prensa ofrecida tras compartir un almuerzo de trabajo en el Palacio del Elíseo.
En la comparecencia, Macron sostuvo que la iniciativa ya fue abordada con la canciller federal alamana, Angela Merkel, e implicaría crear esos centros para acoger a los indocumentados y evaluar los casos con vistas a otorgar el asilo a quienes lo amerite, y devolver a los países de origen a los que no reúnan los requisitos.
En medio de la crisis regional, «la clave en Europa es que haya eficacia y humanidad al mismo tiempo», sostuvo el mandatario anfitrión, y sostuvo que el tema será abordado mañana en la reunión informal prevista en Bruselas para tratar la cuestión migratoria.
Por otro lado, Macron se mostró partidario de tomar sanciones hacia las naciones europeas que rechacen acoger la cuota de foráneos que les sea asignada.
«No podemos tener países que se beneficien masivamente de la solidaridad de la UE mientras que también masivamente reivindican su egoísmo nacional cuando se tratan temas de inmigración», aseveró.
Aunque no los mencionó explícitamente, la declaración fue un mensaje dirigido a Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia, los cuales se negaron asistir al encuentro regional de mañana y mantiene una actitud poco cooperativa en este asunto.
Por su parte, Sánchez llamó a un mayor diálogo y cooperación de la Unión Europea con los países de origen y tránsito de los migrantes, como elemento importante para enfrentar el fenómeno.
De acuerdo con el gobernante español, el tema estará presente en la agenda de la reunión del domingo, así como del Consejo Europeo previsto los días 28 y 28 de junio.
La llegada y acogida en Europa de cientos de miles de migrantes en los últimos años provocaron una crisis regional que todavía se mantiene, pues pese a las numerosas cumbres celebradas y las decisiones tomadas, los países no han logrado gestionar con eficiencia los flujos.
Aunque el ritmo de arribos disminuyó en 2017 y los primeros meses de este año, en suelo europeo se acumulan largas listas de indocumentados que intentan formalizar su situación, lo que constituye un desafío para estados e instituciones.