Washington, 26 jun (PL) El presidente Donald Trump acusó hoy al fabricante de motocicletas Harley-Davidson de utilizar los aranceles de represalia de la Unión Europea (UE) como una «excusa» para mover parte de su producción fuera de Estados Unidos.
La compañía anunció ayer que trasladaría la fabricación de motocicletas enviadas al bloque comunitario a sus instalaciones internacionales, y pronosticó que los aranceles impuestos por el llamado viejo continente en respuesta a tarifas de Trump le costarían a la firma de 90 a 100 millones de dólares al año.
Medios locales de prensa se refirieron a esa decisión como una consecuencia involuntaria de los gravámenes que la administración del gobernante republicano puso en vigor el 1 de junio para las importaciones de acero y aluminio desde la UE, México y Canadá.
Pero Trump rechazó este martes que la postura del fabricante se deba a sus políticas comerciales, al decir en Twitter que a principios de año Harley-Davidson anunció el traslado de gran parte de las operaciones de su planta de Kansas City a Tailandia.
«Eso fue mucho antes de que se anunciaran los aranceles. Por lo tanto, solo estaban usando las tarifas/guerra comercial como una excusa. Muestra cómo es el comercio desequilibrado e injusto, pero lo solucionaremos», escribió el mandatario.
A pesar de las preocupaciones que sus medidas provocan en productores estadounidenses, el presidente agregó que logran que otros países reduzcan y eliminen los aranceles y barreras «usadas injustamente durante años contra nuestros agricultores, trabajadores y empresas».
Según Trump, las compañías norteamericanas ahora vuelven a Estados Unidos y Harley-Davidson debe saber que no podrán vender de regreso en el país sin pagar un gran impuesto.
En otro tuit el jefe de la Casa Blanca añadió que están terminando un estudio sobre tarifas a automóviles de la UE, algo con lo que ya amenazó en días pasados.
Las motocicletas de Harley-Davidson están afectadas por aranceles que el bloque comunitario acordó para bienes estadounidenses por valor de tres mil millones de dólares, como represalia por las tarifas al acero y al aluminio.
Aunque Trump sostiene que su nación saldrá beneficiada de lo que diversas fuentes califican de una guerra comercial, legisladores en el Congreso, no ven la situación como una victoria y consideraron que el presidente no debería sorprenderse por la medida del fabricante.
«El problema no es que Harley no sea patriótico, sino que los aranceles son estúpidos», consideró el senador republicano Ben Sasse, quien sostuvo que las medidas implican aumentos de impuestos para los estadounidenses y podrían esperarse más decisiones de ese tipo.
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«Desafortunadamente, esto confirma mis preocupaciones y es un resultado demasiado predecible de las políticas que otorgan a empresas como Harley-Davidson incentivos para hacer sus productos en otros lugares», expresó su colega Ron Johnson.