Soy Miguel lelo de larrea y en esta oportunidad te cuento como me fue en Moscú
– Nasdrovia !
Contestaban, que en ruso quiere decir, salud!
– Salucita de la buena !
Les decía yo. Después de comer
-sin romper el mito de los cosacos rusos- bebimos vodka en las rocas, sabor sólo diluido por el agua de hielos.
Pero antes, cuando sacaron el vodka les pregunté:
– Tienen Coca Cola para mezclar?
Y como si hubiera dicho una blasfemia imperdonable, me pusieron de un golpe seco, un vaso de cristal grueso, llenaron de hielos y sirvieron la bebida de grano y gritaron algo en ruso. . . (Фол! “Fol” ! Пенальти! «Penal’ti» !) que después me tradujeron del ruso al inglés (penalty, foul) y luego me lo restregaron en español.
Penal! Falta! , prendieron la TV vimos el fútbol y beber en seco, puro vodka on the rocks.
Y por una extraña razón, aquellos paisanos mexicanos y conocidos rusos (radicados en el país más extenso del planeta) y a las rusas, les llamó la atención mi nombre como si fuera una especie de titulo universitario o nobiliario, pronunciandolo de corrido con ese raro acento extranjero de la ex URSS…
Algo así como… Nasdrovia, Miguel Lelo de la Rrrrr Rea!
– Querido tovarich! Salud!
Sí. Luego de algunos tragos empezamos a hablar ruso, polaco y mexicano como bautizaron ellos al castellano u español.
Recordamos -después del partido- momentos de juventud de la preparatoria y alma mater como si fuera ayer.
El viaje a Rusia era con toda intensión -aunque tardía- de disfrutar el mundial de Rusia 2018, aunque no soy muy fanático, lo intenté pero no alcancé boletos para ningún partido, debido a que miles lo hicieron con antelación y en Moscú no hay reventa, pero fue divertida la visita.
Estuve en junio, que es uno de los mejores meses para estar en Moscú, había clima templado y mucha gente extranjera.
Al cambiar de planes fui a los sitios más turísticos como:
La Catedral de San Basilio y sus cúpulas multicolores y al interior sus nueve capillas independientes
La Plaza Roja, considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la más famosa allí también se ve el sepulcro de Lenin, el monumento a Minin y a Pozharsky.
Vi el Teatro Bolshói (fundado en 1776) lugar para disfrutar del ballet.
Y me traje ese recuerdo de que pedir un «ruso negro en Moscú» es penal, un penal; como no tener matrioska (muñeca rusa) en casa.