Washington, 27 ago (PL) La guerra comercial provocada por las tarifas del Gobierno estadounidense afecta a numerosos negocios en todo el país, que deben pagar más por suministros importados o pierden ventas en el exterior, advirtió USA Today.
Las ganancias de un granjero de Illinois se están convirtiendo rápidamente en pérdidas a medida que caen los precios del maíz, la soja y la carne de cerdo, señaló el diario.
Al mismo tiempo, un fabricante de barcos de Florida está pagando a sus concesionarios en China millones de dólares para compensar en parte el costo de las tarifas, lo cual pone en peligro este año los bonos de los empleados en Estados Unidos.
Por su parte, una cervecería artesanal está gastando más en latas de aluminio, y eso obligó a dejar de lado los planes para agregar trabajadores, refirió la publicación, según la cual estas condiciones llevan a las empresas a suspender planes de contratación e inversión.
Los funcionarios de la administración Donald Trump, y el mismo mandatario, argumentan que las tarifas son necesarias para proteger a los fabricantes de acero de Estados Unidos que sufrieron a medida que los productores extranjeros descargaban metales en este país a precios por debajo del mercado.
Además de los aranceles colocados hace varios meses sobre las importaciones de ese producto y el aluminio, el republicano permitió la entrada en vigor de gravámenes del 25 por ciento sobre productos chinos valorados en 50 mil millones de dólares anuales, y amenazó con tarifas adicionales.
El argumento detrás de tales impuestos es presionar al gigante asiático y otros países para que reduzcan los gravámenes altos de larga data sobre las mercancías norteamericanas, pues Trump afirma que durante años su nación sufrió tratos comerciales «injustos».
«Sin duda, la guerra comercial ha producido algunos ganadores, incluidos los productores estadounidenses de acero y fabricantes de lavadoras que se han beneficiado de las tarifas aplicadas a las exportaciones de sus competidores extranjeros», señaló USA Today.
Pero el periódico apuntó que resultan más los perdedores, pues las bajas entre las firmas de la nación norteña están aumentando.
Según la publicación, hasta el momento los aranceles no han socavado la economía del país, pero impiden que crezca aún más, y si el presidente cumple con las amenazas de imponer impuestos sobre cientos de miles de millones de dólares más en importaciones, el dolor para las empresas crecerá exponencialmente.
Para Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, si Trump llegara a aprobar tarifas a las que se ha referido en varios momentos, fundamentalmente dirigidas a China, y los países afectados toman represalias, se reduciría el crecimiento en 1,6 puntos porcentuales y el empleo en 2,6 millones de dólares.