Washington, 12 oct (PL) Estados Unidos reiteró hoy el llamado a Honduras, Guatemala y El Salvador, miembros del Triángulo Norte de Centroamérica, a disuadir a los emigrantes que intentan entrar de manera ilegal en su territorio.
Después de la solicitud de la víspera del vicepresidente norteamericano, Mike Pence, de trasmitir a esas personas que «no vengan en absoluto», la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, insistió en esa posición.
La titular manifestó en la jornada final de la segunda Conferencia de Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, con sede aquí durante dos días, que los traficantes de personas conducen a los emigrantes a través de rutas peligrosas sin preocuparse de su bienestar.
Resaltó también que resulta necesario incrementar el intercambio de información sobre los flujos migratorios para combatir el crimen organizado transnacional y el tráfico humano.
Los emigrantes no son los enemigos, constituyen víctimas de las organizaciones que abusan de ellos, opinó Luis Videgaray, canciller de México, país anfitrión de este encuentro junto a Estados Unidos.
Videgaray llamó la atención sobre los niños que son utilizados para burlar los sistemas jurídicos migratorios.
Debido a la criticada política estadounidense de «tolerancia cero» hacia los inmigrantes sin documentos, en el primer semestre de este años dos mil 654 menores fueron separados de sus padres, según datos oficiales.
Tal iniciativa establece que cualquier detenido al cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos con México será acusado de cargos criminales.
Para el subsecretario mexicano de Gobernación José Luis Stein, en el evento, que este viernes tuvo entre sus asistentes a la canciller de Guatemala, Sandra Jovel, y al ministro hondureño de Seguridad, Julián Pacheco, se dio un gran paso al definir con claridad los retos regionales.
A partir de hoy tenemos el compromiso de trabajar juntos con el fin de enfrentar y solucionar nuestros problemas, subrayó.
En la jornada de ayer, junto a Pence y Videgaray participaron en el foro los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, y Guatemala, Jimmy Morales, y el vicemandatario de El Salvador, ûscar Ortiz.
Como parte de sus intervenciones, los líderes del Triángulo Norte reclamaron a Estados Unidos un mayor respaldo para disminuir la salida de emigrantes, mejorar las infraestructuras y enfrentar la criminalidad.