Demanda Triángulo Norte a EE.UU. más apoyo contra retos de región

Diony Sanabia

Washington (PL) El Triángulo Norte de Centroamérica, integrado por Honduras, El Salvador y Guatemala, alzó su voz en esta capital para exigir a Estados Unidos un mayor apoyo al enfrentamiento de problemas regionales como la creciente migración.

La demanda, expuesta ante el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, se encaminó a buscar respaldo con el fin de mejorar las infraestructuras, favorecer el desarrollo económico y enfrentar la criminalidad.

Según cifras oficiales, en 2018 disminuyó a 460 millones de dólares la asistencia de Washington a Centroamérica, aunque de forma contradictoria Pence afirmó el pasado 11 de octubre que su país «está más comprometido que nunca con la región».

Dicha cantidad representa un descenso del 34 por ciento con respecto al monto del año precedente, señalaron reportes de prensa en el contexto de una reunión de alto nivel entre el Triángulo Norte, México y Estados Unidos, los dos últimos como anfitriones.

Al intervenir en la apertura de la segunda Conferencia de Prosperidad y Seguridad en Centroamérica, Pence pidió a los líderes de los otros países trasmitir a sus ciudadanos que si carecen de vías para ingresar legalmente a Estados Unidos, «entonces no vengan en absoluto».

Más de 225 mil guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, precisó, dejaron sus naciones y trataron de entrar ilegalmente por la frontera sur el pasado año.

De acuerdo con Pence, esas personas representan más de la mitad de todos los indocumentados detenidos en la línea divisoria en 2017, y mientras desde El Salvador disminuyeron los arribos, desde Honduras y Guatemala crecieron 61 y 75 por ciento, respectivamente.

También se refirió a las medidas adoptadas en el área limítrofe y los cambios a las leyes migratorias que persigue la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, cuyas políticas en este asunto acaparan rechazo a nivel nacional y foráneo.

Las exigencias aumentan, pero debemos poseer la confianza de que tendremos el presupuesto necesario, apuntó el mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, quien pidió al vicegobernante anfitrión mayor coordinación para combatir las pandillas en el ámbito internacional.

Estimó que Estados Unidos debe dar respuesta a los 250 mil hondureños y salvadoreños afectados por la eliminación de los respectivos Estatus de Protección Temporal (TPS), permisos mediante los cuales sus beneficiarios han podido residir y trabajar en suelo norteamericano.

Por otra parte, Hernández criticó la denominada política estadounidense de «tolerancia cero» hacia los inmigrantes sin documentos.

Tal iniciativa, que establece que cualquier detenido al cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos con México será acusado de cargos criminales, llevó en el primer semestre de 2018 a la separación de dos mil 654 menores de sus padres, según datos oficiales.

Si un niño de su país estuviese en esta situación, entonces ustedes comprenderían el rechazo en Honduras, la enorme presión que tenemos, manifestó Hernández dirigiéndose a los representantes estadounidenses.

La reunificación familiar sigue siendo una tarea pendiente, recalcó tras cifrar en 119 los pequeños de su nación lejos de los progenitores.

El vicepresidente de El Salvador, Oscar Ortiz, también abordó la situación de los inmigrantes de su país en Estados Unidos, e instó a las autoridades norteamericanas a volver a debatir sobre los TPS.

Resulta importante que podamos tener un acuerdo compartido de cómo abordar el problema en el corto y el largo plazo, acotó.

Ortiz defendió asimismo la decisión del Gobierno salvadoreño de establecer relaciones diplomáticas con China y reconocer la existencia de una sola nación, de cuyo territorio es parte Taiwán, lo cual molestó a Washington.

En tanto, el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, demandó la ayuda de Pence para obtener 15 mil millones de dólares destinados a infraestructuras y que pudieran ser pagados en forma de créditos al Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.

Intervención de México

Luis Videgaray, canciller mexicano, aseguró que la cooperación de su país con dicha zona constituye una prioridad, y también se refirió a la postura hacia los migrantes que se dirigen hacia suelo norteamericano.

Tenemos que tratar a esas personas provenientes del Triángulo Norte y de otras nacionalidades con dignidad y pleno respeto a sus derechos humanos, manifestó.

Asimismo, el secretario mexicano de Relaciones Exteriores destacó que desde junio de 2017, cuando aconteció la primera conferencia de este tipo en Miami, Florida, se han logrado avances en la integración.

Hemos ejecutado cuatro proyectos relativos a los ejes de prosperidad, específicamente dos en materia de energía y dos en facilitación comercial, puntualizó.

Agregó que se sigue trabajando con el Banco Interamericano de Desarrollo y otras instituciones regionales para llevar a cabo iniciativas concretas.

Ejemplificó que el 72 por ciento del financiamiento del corredor mesoamericano para tres mil 248 kilómetros de carreteras es asumido por México.

Hacia delante existe una gran oportunidad de la integración energética, en el sector eléctrico y del gas natural, expuso.

A juicio del secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete, su país, Estados Unidos y el Triángulo Norte deben actuar y asumir una responsabilidad compartida para mejorar la vida de los hondureños, los guatemaltecos y los salvadoreños.
Para Navarrete, implementar y dar seguimiento a acciones integrales permitirá incrementar oportunidades económicas y de desarrollo social, cuyos efectos serán percibidos en la reducción de los flujos migratorios y problemáticas vinculadas a ese fenómeno.

Todo eso, recalcó, bajo la premisa de que las personas que viven en regiones con economías sanas y seguridad no se ven obligadas a desplazarse de sus lugares de origen.

Durante la jornada final de la cita de dos días, el 12 de octubre, la secretaria estadounidense de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, reiteró el llamado de Pence.

La titular sostuvo que los traficantes de personas conducen a los migrantes a través de rutas peligrosas sin preocuparse de su bienestar.

Resaltó que resulta necesario incrementar el intercambio de información sobre los flujos migratorios para combatir el crimen organizado transnacional y el tráfico humano.

Los migrantes no son los enemigos, constituyen víctimas de las organizaciones que abusan de ellos, opinó Videgaray, y llamó la atención sobre los niños que son utilizados para burlar los sistemas jurídicos migratorios.

En opinión del subsecretario mexicano de Gobernación José Luis Stein, el evento, que tuvo entre sus asistentes del último día a la canciller de Guatemala, Sandra Jovel, y el ministro hondureño de Seguridad, Julián Pacheco, permitió dar un gran paso al definir con claridad los retos regionales.

Poseemos el compromiso de trabajar juntos con el fin de enfrentar y solucionar nuestros problemas, subrayó.

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