Washington, 23 oct (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ser un nacionalista y llamó a sus seguidores a emplear el término, tras atacar nuevamente a los demócratas, que mantienen hoy sus aspiraciones de avanzar en los venideros comicios.
Esta palabra se convirtió en algo anticuado, «nacionalista». Yo digo, ¿en serio? ¿Se supone que no debemos usarla?, expresó el mandatario anoche en un evento de campaña en Houston, Texas, donde mostró su respaldo al senador republicano Ted Cruz de cara a las elecciones de medio término del 6 de noviembre venidero.
¿Saben lo que soy? Soy un nacionalista ¿está bien? Soy un nacionalista. Usen ese vocablo, instó el jefe de Estado a la multitud de seguidores que respondió con vítores.
Tales declaraciones siguieron a otros pronunciamientos en los que Trump arremetió contra los «globalistas«, a quienes acusó de poner los intereses de otras naciones por encima de los de Estados Unidos.
«Los demócratas radicales quieren dar marcha atrás al reloj, restaurar el gobierno de los globalistas corruptos y hambrientos de poder», afirmó.
Según el gobernante republicano, quien ha hecho de su política «Estados Unidos primero» el principal pilar de una agenda polémica a nivel doméstico e internacional, un globalista es alguien que quiere «que el mundo tenga un buen desempeño», pero «no se preocupa tanto por nuestro país».
Recibe muchas críticas y genera preocupación
El mitin del lunes marcó un caso raro en el que Trump se describió a sí mismo como un «nacionalista», una etiqueta que ha atraído críticas y preocupaciones de algunos legisladores estadounidenses y extranjeros, señaló el portal digital The Hill sobre los comentarios del presidente.
Mientras se autoproclamó de ese modo, el jefe de Estado volvió a pedir una revisión drástica del actual sistema de inmigración norteamericano, que él describió como una amenaza, y se refirió a la caravana de migrantes que partió de Honduras con destino a Estados Unidos.
Trump, quien a medida que se acercan los comicios de noviembre arrecia su retórica contra la inmigración ilegal y culpa de la misma a los demócratas, dijo a los votantes que en el grupo que se desplaza hacia la frontera sur estadounidense se incluyen criminales, pero no presentó pruebas de tal advertencia.
El mandatario está manipulando el caso de la caravana de inmigrante en un aparente intento de sustentar su llamado al electorado a ampliar las mayorías republicanas en el Congreso para cambiar las leyes de inmigración.
Los demócratas han lanzado un asalto a la soberanía y la seguridad de nuestro país, señaló Trump al achacar a los miembros del partido azul «la crisis en nuestra frontera».
En las últimas semanas el jefe de la Casa Blanca visitó numerosas ciudades para hacer campaña a favor de los candidatos de su partido, cuando muchos sondeos proyectan que la fuerza roja conservará la mayoría en el Senado, pero perderá ante los demócratas la Cámara de Representantes.