Washington, 9 nov (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó hoy una orden destinada a prohibir a los migrantes que ingresen ilegalmente al país realizar solicitudes de asilo, lo cual podría enfrentar desafíos legales.
En declaraciones realizadas a la prensa en la Casa Blanca antes de iniciar un viaje a París, Francia, el mandatario dijo que había rubricado esa proclamación presidencial. «Queremos que la gente venga a nuestro país, pero tienen que ingresar legalmente».
De acuerdo con el texto de la orden, difundido por la mansión ejecutiva, la medida está motivada por el avance de caravanas de migrantes centroamericanos que buscan arribar a este país para realiza solicitudes de asilo.
Estoy actuando para suspender, por un período limitado, el ingreso de ciertos extranjeros con el fin de abordar el problema del gran número que viaja a través de México para ingresar a nuestro país de manera ilegal o sin la documentación adecuada, indicó el gobernante republicano.
Según Trump, adapta la suspensión para canalizar a esas personas a través de los puertos de entrada, de modo que, si ingresan a Estados Unidos, lo hagan de manera ordenada y controlada, en lugar de hacerlo ilegalmente.
Los extranjeros que ingresen a través de la frontera sur, incluso aquellos sin la documentación adecuada, pueden, de conformidad con esta proclamación, hacer uso de nuestro sistema de asilo, siempre que se presenten adecuadamente para inspección en un puerto de entrada, indicó el presidente.
Pero quienes lleguen ilegalmente en contravención de esta proclamación no serán elegibles para que se les otorgue asilo en virtud del reglamento promulgado por el fiscal general y el secretario de Seguridad Nacional que entró en vigencia hoy, añadió.
A decir de la orden, la suspensión limitada facilitará las negociaciones en curso con México y otros países con respecto a los acuerdos de cooperación apropiados para prevenir la migración masiva ilegal.
Según el texto, el arribo de un gran número de migrantes «contribuirá a la sobrecarga de nuestro sistema de inmigración y asilo y a la liberación de miles de extranjeros en el interior del país», lo cual precipita «una crisis y socava la integridad de nuestras fronteras».
A juicio de Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, el plan de la administración es evidentemente ilegal e inconsistente con el compromiso de esta nación de brindar un refugio seguro a quienes están en peligro.
La Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965 establece que cualquier inmigrante en Estados Unidos puede solicitar asilo sin importar si ingresó a través de un puerto de entrada legal o no.
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