Brasilia, 14 nov (PL) El político ultradechista Jair Bolsonaro, quien ganó las elecciones presidenciales de octubre en Brasil, asumirá el poder el 1 de enero, informó hoy el titular del Senado, Eunício Oliveira.
Oliveira confirmó que la toma de posesión del mandatario electo fue anticipada en dos horas y ocurrirá a las 15:00 hora local del 1 de enero, para atender un pedido del excapitán del Ejército.
La ceremonia de asunción la organiza un equipo multidisciplinario formado por miembros del Congreso Nacional, la presidencia de República y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Habrá actos solemnes en tres locales, según fuentes cercanas al nuevo Ejecutivo.
El Tribunal Superior Electoral (TSE) marcó para las 11:00 hora local del 10 de diciembre la llamada diplomacia del futuro presidente, un acto que habilita a todos elegidos para el ejercicio del cargo.
La fecha límite para esa función estuvo programada para el 19 de diciembre, pero resultó adelantada por causa de una nueva intervención quirúrgica a Bolsonaro (el día 12) para retirarle una bolsa de colostomía que usa tras recibir una cuchillada en septiembre.
Con el adelanto del acto de diplomacia, el TSE también priorizará el análisis de las cuentas de campaña de Bolsonaro, que serán juzgadas antes de esta ceremonia.
Protocolo de toma de posesión
El protocolo habitual para la ceremonia de asunción comienza con un acto religioso en la catedral de Brasilia, tras lo cual el presidente electo desfila en un automóvil descubierto por la explanada de los ministerios hasta el Palacio de Itamaraty (sede de la cancillería).
En ese lugar habrá un almuerzo para autoridades extranjeras y más tarde el presidente y vicepresidente electos se dirigen al Congreso Nacional para la sesión solemne de posesión.
Minutos después el político de extrema derecha hará uso de la palabra y se trasladará al Palacio del Planalto (sede del Gobierno), donde el jefe de Estado Michel Temer le entregará la franja presidencial.
Bolsonaro ganó en las urnas con el 55 por ciento de los votos, pero sus declaraciones discriminatorias contra la mujer, los homosexuales, negros y pobres generan inseguridad y polémica en la sociedad brasileña.