Después de ser elegida como alcaldesa de la Ciudad de Puebla el pasado 1 de Julio, Claudia Rivera Vivanco ha adoptado diferentes posturas ante las promesas de su campaña electoral, asimismo con contrastantes matices que generan interrogantes a la sociedad. El 15 de octubre fue la toma de posesión de la morenista, apenas se cumplió un mes del comienzo de su gestión, el cual está marcado de 2018 a 2021.
Ya siendo una figura representativa, en uno de sus primeros mensajes públicos aseguró que ella será la mejor presidenta municipal para los poblanos; de alguna forma, cuando ganó las elecciones provocó un poco de sorpresa entre las voces críticas, ya que no ha tenido una trayectoria política, es una alcaldesa en ciernes; sin embargo, tiene la actitud de brindar lo mejor al ciudadano.
Aun así, el poblano no puede confiarse, pues numerosos candidatos han defraudado a la población cuando ya se encuentran en el poder, primero alardean que entregarán lo mejor de sí mismo y de su gabinete para reparar los males de los estados, hay un momento en el que se olvidan de su propósito y se embriagan de privilegios y poder.
Doble compromiso de Vivanco
Se espera que no sea el caso de Rivera Vivanco, pues tiene doble compromiso, por el énfasis constante que hacen en su partido político, por el significado que ha adquirido la llamada “cuarta transformación” y las grandes expectativas sembradas en los habitantes.
Una de las primeras polémicas que generó Claudia es que a las semanas de haber sido electa se reunió con el edil, en aquél entonces, Luis Banck. De acuerdo al relajo que se había armado por el posible fraude electoral para la gubernatura, entre los aspirantes Martha Érika Alonso y Luis Miguel Barbosa, éste último acusaba a Alonso y su equipo de llegar al cargo con trampas y una fuerte “guerra sucia” contra él. Rivera se debía abstener de cualquier trato con sus contrincantes en Puebla hasta que se resolviera la justicia de las elecciones para la gubernatura.
Luis Banck, perteneciente al PAN y como alcalde podía encontrarse con la recién alcaldesa electa para acordar y detallar ciertos puntos de las funciones y problemas para resolver. Vivanco decidió sí reunirse con él. Muchas voces empezaron a correr de que era una traicionera a su propio partido.
Por otro lado, recibió múltiples críticas en medios de comunicación y redes sociales, cuando dio a conocer la imagen institucional de su próximo gobierno y acusaron que era un conjunto de diseños prefabricados “bajados de internet”.
La próxima presidenta municipal admitió su responsabilidad justificando que salió ganador de un concurso y procedió a cambiar la imagen por una que aportara más identidad.
Cuando estaba en plena campaña electoral, ella hizo mucho énfasis en modificar los planes de seguridad para erradicar la violencia en el estado, promesa que siendo realistas todos los candidatos encabezan, quizá algunos no hacen tanto hincapié en ello, pero de alguna forma es su obligación y es un tema prioritario mundialmente.
Sin embargo, lo poco que lleva de su administración no se han mostrado productos claros, pues prevalece la inseguridad como el asesinato de los hermanos Saúl e Ivonne Flores Rey, en un violento asalto en la colonia Aquiles Serdán Antorchista. No es tan fácil emprender acciones como se promete en campaña, aun así, es muy pronto para determinar totalmente resultados buenos o malos, se le puede otorgar el beneficio de la duda con precaución y paciencia.