Washington, 13 ene (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó hoy que la construcción de un muro en la frontera sur reducirá la tasa de criminalidad en todo el país, como si los indocumentados fuesen los causantes del flagelo.
En una airada defensa en Twitter a su anhelada pared divisoria, Trump volvió a repetir sus acusaciones contra los migrantes ilegales.
«El daño causado a nuestro país desde una frontera gravemente dañada (drogas, crimen y tantas cosas malas) es mucho mayor que un cierre», escribió el mandatario en su cuenta en la red social, en referencia al costo de la parálisis que sufre el gobierno federal desde el pasado 22 de diciembre.
Para Trump, «los demócratas pueden reparar fácilmente (este problema) tan pronto como regresen a Washington«, si cedieran en aprobar los más de cinco mil millones de dólares que quiere el estadista republicano para levantar la tapia.
El jefe de la Casa Blanca exige que cualquier ley de gastos que avalen en el Capitolio debe incluir el monto pedido para el muro, a lo cual se oponen los miembros del partido azul, mayoría en la Cámara de Representantes.
Aproximadamente el 25 por ciento del gobierno federal lleva cerrado más de tres semanas en medio de este enfrentamiento.
De hecho, el ocupante de la Oficina Oval amagó con hacer uso -algo que desechó poco después- de la «emergencia nacional» para cumplir sus fines.
Trump se ampararía en una ley votada en 1976 (National Emergencies Act) que autoriza al presidente de Estados Unidos a alegar la existencia de una coyuntura excepcional lo que de forma inmediata activa poderes extraordinarios.
En este caso tal escenario le permitiría a Trump evitar una votación en el Congreso y echar mano al Ejército para construir el polémico muro.
Ayer, el presidente arremetió también contra los migrantes ilegales en el propio servicio de microblogging al achacarles que son «el 23 por ciento de los reclusos federales» y agregó que «los arrestos en frontera han aumentado un 240 por ciento».
También comentó en su campaña promuro y antiinmigrante que «en el Gran Estado de Texas, entre 2011 y 2018, hubo un total de 292 mil delitos cometidos por extranjeros ilegales, 539 asesinatos, 32 mil asaltos, tres mil 426 asaltos sexuales y tres mil cargos de armas».
No obstante, dicen observadores que los migrantes sin papeles que logran acceder al territorio estadounidense son los que más se cuidan de cometer delitos para evitar su deportación.
Estadísticas recopiladas entre 1990 y 2012 a nivel nacional -cuando la inmigración tanto legal como irregular alcanzó niveles históricos-, arrojaron que la tasa de delincuencia en el país disminuyó en el periodo.