Washington, 13 feb (PL) Los huracanes en el mar Mediterráneo podrían afectar a la región con un poder cada vez mayor a fines del siglo XXI, al aumentar su fortaleza en la categoría uno, anuncia hoy la revista Geophysical Research Letters.
El nuevo estudio asegura que los ciclones mediterráneos de tipo tropical, conocidos como medicanes, desarrollarán una estructura más robusta de huracán, con mayor duración, vientos más altos y lluvia intensa en el futuro, a pesar de la predicción de que serán menos frecuentes con el paso del tiempo.
De acuerdo con los investigadores, el cambio en las tormentas comenzará a surgir a finales de siglo, desde 2081 hasta 2100 y las más fuertes aparecerán en otoño.
Los especialistas explican que los medicanes surgen en el Mediterráneo cuando un ciclón extratropical incursiona en la cuenca del mar y se transforma en una tormenta más similar a un ciclón tropical, con una estructura simétrica y nubes convectivas que giran alrededor de un núcleo cálido y un centro similar a un ojo.
Actualmente los medicanes de intensidad de depresión tropical o más fuertes ocurren unas pocas veces al año, pero rara vez alcanzan la fuerza de un huracán de categoría uno, mientras que las depresiones tropicales tienen una velocidad máxima de viento de 63 kilómetros por hora.
Otros estudios han pronosticado un aumento en la intensidad de las tormentas en el Mediterráneo con el cambio climático, pero el nuevo es el primero en utilizar un método acoplado global que combina modelos atmosféricos y de circulación oceánica, pues aborda los índices de intensidad de precipitación, tropicalidad y disipación de potencia de tormentas futuras.
Según el autor principal, Juan González, la tropicalidad es un indicador de cómo se comporta la estructura de tormenta del huracán y la disipación de poder describe su potencial de destrucción.
A su juicio, el nuevo estudio predice que la tropicalidad y la disipación de energía aumentarán en magnitud en el próximo siglo. El modelo no pudo descartar la posibilidad de que las tormentas alcancen la fuerza de la categoría dos, aunque el hallazgo principal es para tormentas fuertes de la categoría uno.
Una tormenta tropical se convierte en un huracán de categoría uno cuando los vientos sostenidos superan los 119 kilómetros por hora y una categoría dos a 154 kilómetros por hora.