El empresario poblano, Othón Muñoz Bravo, alias “El Cachetes”, a quien se le vinculó con la venta de huachicol, negoció con la PGR, hoy Fiscalía General de la República, declararse culpable por un decomiso de armas y nunca fue acusado de robo de combustible, logró una sentencia de sólo tres años diez meses de prisión, una multa de poco más de 6 mil pesos y los beneficios legales para no pisar la cárcel.
Este presunto acuerdo se dio en los últimos meses del sexenio de Enrique Peña.
El sujeto era considerado uno de los principales capos de la ordeña de gasolina en Puebla.